CAROLINA.
-¡Mama! Ire a jugar con Sofía, al jardín- Miré a mamá la cual dudaba en dejarme a mi y a Sofía ir a jugar al jardín.
-Está bien pero no quiero que se ensucien de tierra- a mamá no le gustaba cuando nos ensuciamos de tierra, pues cuando entramos a casa, llenamos de tierra las paredes y alfombras.
-Gracias mami- deposité un beso en su Mejía, en la cual se aspiraba el olor a pollo con arroz.
-Pero no vallas a tirarle lodo a tu hermana- mamá me apunto con la cuchara que tenía en su mano en advertencia, a Sofía no le gustaba la tierra, siempre dice que hay lombrices en la tierra, y a ella le dan pánico.
Corrí hacia al jardín que estaba atrás dela casa, el aroma a flores me encantaba, me encantaba cuando la lluvia llegaba, pues dejaba un rico aroma, y regaba las flores, a Sofía le gustan las flores, pero no como ami, ami me encantan.
-Sofía juguemos- me senté junto ami hermana en la Alberca y despoje mis zapatos de mis pies.
-No quiero jugar Carolina- Sofía me miro sin ninguna expresión en su rostro, jamás tenía una, a Sofía jamás le gustan jugar conmigo, ella era diferente ami, ella era ordenada con sus cosas, la Mita del cuarto estaba impecable, pero la otra mitad no esa era mi mitad, Sofía era paciente, a ella le gustaba que las cosas fueran perfectas que la vida fuera perfecta, para mi no, si la vida era imperfecta, la iba a querer, yo tomaba las cosas tal como eran, no planeaba los que iba a suceder el día de mañana, solo quería vivir el día como el último, en cambio Sofía tenía todo planeado en su vida, a sus 9 años.
Ella jamas busca las aventuras, siempre está en su cuarto, mientras que yo buscaba las aventuras, mamá siempre decía que Sofía y yo eras distintas estaciones, y tenía razón mamá.
-Bueno Sofía, si no quieres jugar esta bien, pero eso no me detiene aque yo quiera jugar contigo- me levanté dela orilla dela Alberca y fui directo donde estaban las rosas platadas, me puse sobre mis rodillas y agarré un poco de lodos en mis manos, y una pequeña lombriz brotó del lodo, que tenía en mis manos, me levanté y escondí mis manos detrás de mi.
Me acerqué a ella, lentamente, asta que estuve frente a Ella.
-Que quieres Carolina- levantó su mirada hacia mi, sus Mejías estaba rosadas con toques rojizos, su ceño estaba fruncido sus ojos los tenía chinos por el sol que ilumina su rostro.
-jugar- cubrí su rostro con el lodo, haciendo que Sofía se enfureciera .
-¡Está loca CAROLINA!-exclamó Sofía, levantadose dela orillas dela Alberca.
-solo quiero jugar Sofía- dije a Sofía mientras limpiaba el lodo de mis manos en mis ropa, haciendo que está quedará color marrón.
-Quieres jugar, eso tendrás- mis ojos se clavaron el poco de lodo que Sofía tenia en sus manos, y la sonrisa malvada que recorría sus labios rosados.
- aque tu no me alcanzas- Comencé a correr, por el jardin con Sofía, perguiendome
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LOS LATIDOS DE CAROLINA
Short Story-¡Mama¡ porque mi corazón deja de latir? -Por qué quiere descansar Carolina.