Preparatoria

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Después de haber discutido con mi hermana la misma conversación de siempre fui al salón de ajedrez, después de todo era la única forma en la que me sentía libre. Siempre había algo distinto en el aula, pero está vez no era algo era alguien.

- ¡Hola! Me perdí... - Dice el chico que estaba allí sin embargo no me parecía conocido.

- Hola... éstas en el aula de ajedrez. ¿Eres nuevo en la preparatoria?

-Sí, realmente hasta en el país. ¿Juegas? - Dice viendo un tablero con piezas talladas en madera. Realmente bello.

- Si... y ¿Tú?

- No soy el mejor jugador... pero es una forma de sentirme libre por algunos minutos... tal vez solo lo veas como locura, es un juego para "Nerds" . Dice jugueteando con la torre blanca.

- Un juego para "Nerds" y algunos no comprenden que no necesitas utilizar gafas y ser el mejor de la clase. Solo saber expresar inteligencia mediante pasos... y nadie lo entiende.

- Exacto, mis hermanos no lo comprenden por más que lo explique, hasta de diversas formas...

- Todo es así. Dije con una frágil voz.

- Ah! Soy Jacob... - Dice esperando respuesta.

- Natalie, Natalie Hataway.

- Después de haber descubierto que no soy el único que ama el ajedrez... y que hay una chica muy guapa que opina lo mismo, lo mini que tengo que hacer es invitarla a comer...

- ¡Gracias Jacob! Pero primero hay que entrar a clases. - . Dije notando la hora en el reloj de pared . - . ¿ En donde estudias?

- Primer año...

- Pues... vamos a clases, soy tu compañera... ¡Ah! . - . Dije olvidando un detalle . - . Tengo una hermana gemela... y somos idénticas, solo intenta no decirle Natalie, se molestara mucho.

- ¿Tienes una hermana gemela? . - . Dijo asombro . - . Pensé que tanta belleza era única.

- Se llama Any . - . Dije evadiendo su comentario a pesar de que su piel clara, sus ojos azules como el mar y su cabello negro como la noche me encantaban no tenía tiempo para pensar en amores.

- Ok...

- Este es nuestro salón de clase... . - . Ya el profesor de matemáticas se encontraba en el salón pero todavía los alumnos no. Tomamos puestos juntos y nos sentamos en silencio ambos pensábamos en todo lo que nos pasaban. Éramos tan iguales siendo tan distintos. Nuestros mundos dependias del Ajedrez.

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