Capítulo 38

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—así que es un asunto muy delicado por el momento...—le digo seria, él asiente.—si él llega a mencionarlo me gustaría que le enseñaras una forma de aliviar ese dolor que no sea sexo todos los días

—claro, yo me encargo—sonríe.

Se escucha como la puerta principal de la casa es cerrada seguida por tacones, ambos salimos de la cocina confundidos y vamos al recibidor.

—creí que no había nadie—dice con alivio y se acerca a mi para abrazarme.—¿las demás ya llegaron?

—no, eres la primera—sonrío y volteo a ver a mi hermano.—ya debes conocerlo, Aidan

—claro, soy Darcy—dice ella sonriente ofreciéndole la mano, él la acepta y besa su mejilla en forma de saludo.—¿de visita?

—así es, pasaré las fiestas aquí, ¿novia de quién eres tú?—le doy un pellizco en el brazo.—¡auch! ¿dije algo malo?

—no, tranquilo—dice ella sonriente.—sólo que hubo un problema aquí, así que...—mi hermano asiente.—soy amiga de Aliss—me abraza.

—bien, ha sido un gusto iré a molestar a alguien—sonríe y se dirige a las escaleras.

Nosotras vamos a la cocina donde antes estaba con Aidan, nos sentamos en la barra una frente a otra, le sirvo helado. Aidan y yo nos lo estábamos acabando antes de que Tristan apareciera, pero ya le toca a Darcy también.

—no puedo creer cuanto se parecen Aidan y Tris, juraría que son hermanos biológicos

—todos decimos eso, siempre—sonrío.—aunque también Tris le da un parecido a Paul, ¿no?

Comienza el plan maestro de Shissa. Aún no encuentro un nombre para nuestro equipo.

—¿por los hoyuelos?—alzo ambas cejas y asiento.—sí, un poco, pero obviamente más a ti—rueda los ojos divertida.

—hablando de mí y Paul, estuve hablando con Aidan sobre lo sucedido con la innombrable para que lo ayude

—que bien, le hace falta mucho, mucho—me señala con la cuchara.—con eso de andar con una diferente todos los días no es...muy sano—hace una mueca que me hace sonreír.

—yo digo que necesita alguien como la innombrable, que lo cambie y lo haga pensar en eso, pero todas son unas zorras a excepción de nosotras—nos señalo, asiente.

—eso llevaría tiempo...

—sí...

La miro unos segundos. Creo que ella sería la indicada pero si no sienten nada ni como ayudarlo, aunque bueno no es necesario que salgan, pero deben tener esa conexión que haga que Paul le tenga cariño y confianza.

—¿qué?—sonríe, parpadeo varias veces y niego mientras sonrío.

—no, nada, pensaba en...la innombrable...

—¿y si la llamamos está noche?

La miro.

¿y decirle qué?

[•••]

Las cuatro salimos al patio trasero con el teléfono de la casa y su base para hacer la llamada a la innombrable. Es de noche y todos se encuentran dormidos, tuvimos que poner una alarma para poder hacer la llamada sin nadie presente o al menos sin Paul presente.

Nos sentamos en el pasto a un costado de la piscina, dejamos la base del teléfono en medio de todas y me dan el teléfono para que yo llame. Las miro unos segundos insegura, ¿qué se supone que voy a decirle? ¿perra maldita por qué te atreviste a irte? ¡no!.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora