Me encontraba sentada en una silla que antes reposaba en una esquina del cuarto de Augustus y ahora estaba en el centro de la habitación mientras veía como Augustus e Issac jugaban Contrainsurgencia 2: El precio del amanecer. Estos en el transcurso del juego decían palabras como: "dirígete a la izquierda" ó "ten cuidado" y cosas así. Aún después de Isaac quedar totalmente ciego jugaba o hacia el intento, dejándose llevar por lo que decía Augustus.
Mientras que yo estaba hundida en mis propios pensamientos.
¿En qué pensaba?
Pues, en lo mucho que había cambiando mi vida con la llegada inesperada de Augustus Waters. Sentía que mi vida se entornaba en sí a él y que la de Gus se entornaba en mí igual. Pero creo que es eso lo que uno adquiere por enamorarse.
Me enamoré de él, podría haberme separado de él porque no quería hacerlo sufrir ó él haberse separado de mí, al él enterarse que de nuevo tenía cáncer (y no quería que yo sufriera por él), como hacen algunas parejas que tienen una circunstancia ya sea por: crisis, enfermedad (que es nuestro caso), trabajo, etc. Y se distancian, sin motivos palmariamentes y la exasperación pesimista de no saber el porque de lo que esta sucediendo mal, pero no, él me eligió antes que su cáncer. Decidió quedarse junto a mi. Yo lo elegí, él me eligió a mi. Esa es la balanza del amor. No importa las circunstancias, no importa el momento, no importa el saber que puedes sufrir por esa persona; lo único que importa es estar consciente de que esa persona te quiere y te elijáis a ti antes que todo.
—¿Hazel? —preguntó frunciendo el ceño Augustus mientras pasaba la palma de su mano derecha frente a mi vista. Sacudí un poco la cabeza y lo mire. —¿Te sientes bien? ¿En qué planeta te encontrabas? ¿Júpiter? ¿Plutón? —empezó a reírse más mientras hablaba.
—Estoy bien. —articulé. —Sólo estaba pensando.
—¿En qué pensabas Hazel? —dijo Issac. Se me había olvidado por completo que Issac se encontraba aquí.
—Nada en concreto. —dije, no les diría en que estaba pensado exactamente.
Augustus e Issac asintieron.
—Mamá nos a llamado para que almorzáramos, ¿almorzarás con nosotros verdad? —yo asentí a Augustus. —Que bien, porque Issac igual.
Los tres nos levantamos y empezamos a dirigirnos hacia las escaleras. Yo ayudando a Isaac.
[...]
—¿¡Enserio hicieron eso!? —exclamó sorprendida y sonriendo la mamá de Augustus. —¿Y cómo te sentistes Issac? —dijo mientras metía una pequeña porción de comida a la boca.
Augustus había empezado a contar lo que habíamos hecho hace una semana frente a la casa de la ex-novia de Issac, Monica. Y lo que hicimos con su auto.
—¡Claro! —exclamó Issac riendo. —Se sintió genial hacerlo, no sé porqué, pero me sentí libre, sentí que había sacado un peso de encima.
Sabía como era sentir una carga, algo que no te deja vivir en paz. Es como si tuvieras variedades de cadenas hechas de plomo en tus hombros, muy pesadas. El peso es tanto que poco a poco va impidiendo que camines con fluidez.
—Me alegra. —dije dirigiéndome a Issac y le sonreí.
Augustus me miró y sonrió torcidamente para luego tirarme una guiña.
[...]
Me encontraba junto a Gus en su habitación, en la cama mientras mirábamos el techo. Issac se había ido ya que su mamá lo había venido a buscar porque lo necesitaba, desconozco la razón.
—¿Crees que me valla pronto? —preguntó de momento Augustus.
Lo miré confusa.
—¿A qué te refieres? —pregunté en un susurro. Aunque imaginando un poco a donde iba esta conversación.
Y la verdad es que no sé.
—Ya sabes... Hazel. —dijo sin mirarme, evitaba mi mirada. Era como si él pensara que mirándome me va a hacer más daño. Cuando ya estaba más que rota, pero estoy dispuesta a sufrir por Augustus. Lo estoy.
—Respondiendo a tu pregunta, no sé Augustus. No soy Dios, tampoco vidente, mucho menos un mago. —dije. Se que había sonado cruel pero es qué... ¿Qué no ve que me duele hablar del tema?
«Augustus se ha donde va esta conversación, se que estas obsesionado por dejar una huella en este Planeta, que quieres ser recordado por un millón de personas y que quieres ser un humano admirado e importante, pero lo siento, ¿sí? No podrás serlo, esta es tu vida, estas son las personas que te tocaron y me haces sentir que no soy la persona correcta para ti, que no soy suficiente... Y siento mucho que no obtengas lo que quieres...» —continúe hablando.
Tenía que sacarlo, no podría atragantarme eso como la bilis.
Augustus se acercó a mi y me besó la frente mientras susurraba:
—Lo siento, lo siento, lo siento. —y más «lo siento». —No quiero que pienses que no eres suficiente para mi, ¡Porqué lo eres! —dijo. —Eres más que suficiente para mi, Hazel Grace.
Yo asentí.
—Te amo Augustus, te amo y esa será la clave de que nunca te olvidaré, tienes que saberlo. Siempre te recordaré como mi gran fugaz primer amor. —articulé, sentía mis mejillas mojadas a causa de las lágrimas.
Él será mi amor épico. Seremos un amor épico.
Él asintió mientras se secaba las mejillas, (había llorado igual) y sorbía.
—¿Sabes? Creo que hoy más que nunca le agradezco a Issac por haberme invitado al grupo de apoyo, creo que si no fuera por él, no estaríamos aquí.
Gracias Issac. Muchas gracias.
—Tendré en cuenta la próxima vez que vea a Issac darle las millones de gracias. —dije riendo al igual que él.
—Te amo. —murmuró Gus mientras me besaba y a la misma vez acariciaba mi mejilla. Luego de que la falta de aire empezó a faltar nos distanciamos. Me encantaba la forma diferente en que me quedaba sin aire cuando besaba a Gus.
«Te tengo que contar algo que creo que es muy importante que lo sepas Hazel. —yo asentí notando el tono de seriedad de lo que iba a decir. —Me ha estado doliendo cada vez más las partes en donde tengo el cáncer, cada vez se me hace difícil poder soportar el dolor y... Sólo quiero que lo sepas, que estés preparada para cualquier cosa.»
Para cualquier cosa... Y esa cualquier cosa, como él se refiere; es la muerte.
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The Fault In Our Stars: Last Days
FanfictionOcho dias, ocho dias en los que estaban viviendo su pequeño infinito...