Narra Melissa
– Esto no está pasando, esto no está pasando. — me encontraba en mi habitación dando vueltas con las manos enterradas en mi cabello. — Esto no está pasando.
< Sólo respira, Melissa. >
– ¡Ashanty! — grito frustrada mientras me miro en el espejo. — Si me sigues hablando, no me convenceré de que esto no está pasando.
Vuelvo a mirarme en el espejo y suspiro para tratar de calmarme.
– ¿Ashanty?
< Dime >
– ¿Podrías por favor devolverme mis ojos rojos? — digo con voz algo escalofriante.
Mis ojos se habían tornado verdes desde que había cambiado. Llevaba dos horas discutiendo con Ashanty aunque ella no tuviera la culpa de lo que me pasó. Pero hay que admitirlo, es frustrante ya que he sido vampiresa toda mi vida. No quiero que eso vaya a cambiar ahora, ni nunca.
< No sé como hacerlo. Recuerda que también soy nueva en esto.>
Vuelvo a suspirar irritada. ¿Y que pasará ahora? Ya Drake obtuvo lo que quería, el bastardo me convirtió en híbrida. Odio que ése hijo de la mismísima mierda tuviera razón. Mientras más pienso en su maldito rostro, más ganas de asesinarlo me entran. Todo es culpa suya. Por su culpa mi vida cambió drásticamente. Por su culpa soy híbrida. Por su culpa tengo mucho miedo.
< Estamos juntas en esto, Meli>
Asiento y me vuelvo a sentar en mi cama. No quiero esto para mi.
– ¿Meli? — escucho la voz de Jeremy seguida por unos toquecitos en la puerta. — Cariño, abre la puerta.
Observo la puerta como si ésta tuviera la respuesta a todos mis problemas.
– Vamos preciosa, estamos juntos en esto ¿recuerdas? — vuelve a decir. — No te abandonaré.
Mi corazón no puede evitar estrujarse de amor por el chico que se encuentra al otro lado de la puerta. Jeremy no me iba a dejar sola. A pesar de que corría peligro, ya que Drake no se detendrá hasta obtener mi alma, sigue conmigo.
No puedo evitar temer por su vida, ni por la de mi familia. Era consciente de que todos a mi alrededor corrían peligro y eso me asustaba más que cualquier Cuerpo sin Alma. Me hacía sentir vulnerable, asustada y exageradamente aterrada. De sólo pensar en ello comienzo a temblar de una manera casi violenta. Sacudo mi cabeza ante esos pensamientos, me levanto y abro la puerta.
Y ahí estaba él, con una pequeña sonrisa y esos ojos verdes que me hacían sentir segura. Me abalanzo sobre él y me toma en sus brazos.
– Aquí estoy, princesa vampiro. — me susurra mientras acaricia mi espalda. — Sé que es duro y no me puedo imaginar como se sentiría estar en sus zapatos. — me aleja un poco y acaricia mi mejilla. — Denise y Tyler también lo están pasando muy mal.
¡Por la luna! Los había olvidado por completo. Había olvidado que ellos también estaban allí. Y de pronto me siento culpable y egoísta. Había olvidado por completo a mis hermanos y cómo esto debería de afectarlos a ellos.
– ¿Como están? — pregunto sintiéndome culpable. — ¿Como.....?
– Denise está en una especie de shock. — dice preocupado mientras me suelta. Luego se pasa la mano por su cabello castaño en señal de desesperación. — Dios, no tengo como agradecerle por haber salvado a mi hermana.
ESTÁS LEYENDO
¿Enamorarme de un lobo? ¡JAMÁS!
FantasíaLicántropos y vampiros, creados por el mismo ser y enemigos por naturaleza. Nadie podía recordar porqué tanto odio, sólo sabían que aquello estaba destinado a ser una guerra sin fin. Melissa Harrison es hija del líder del único clan mayor existente...