Capítulo 3: Nuevas conexiones.
"Da un pan y saciarás el hambre de un hombre, enseña a hornear y ayudarás con las necesidades de una comunidad".
Ubicación: Caracas, Venezuela
Fecha: 01/11/2020 - Horas del día.
Jackson Blake.—Esto no es necesario, de verdad. El dolor ya pasó —Imploro inútilmente. Las ásperas y rugosas manos de Camilo recorren mi espalda.
—Quédese quieto mijo, es mejor prevenir que lamentar.
Camilo es bastante terco. Después lo que sucedió con Azaris no recuerdo cómo llegué a su casa, y a partir de ahí me obligó a acostarme en su propia cama, mientras él mismo me vendó parte del cuerpo y aplicó una extraña crema natural porque quiere asegurarse de que esté bien. Victoria me ha preparado sopa de pollo, la cual ha estado muy sabrosa.
Pueden ser una familia pobre, pero su humildad y gentileza no tienen límites.
—¿Pensaste que sería fácil? —me pregunta la mujer con notable sarcasmo.
—No, pero tampoco que pasaría así —respondo con seriedad.
—El venezolano es así. Cuando alguien quiere ayudar nos cuesta aceptar. No recurrimos al cambio hasta que nos damos nuestro propio coñazo y abrimos los ojos a la realidad, no te sientas triste.
—¿Y qué hay de ti? ¿No planeas hacer nada con tu país? —mi pregunta la toma por sorpresa.
—No hay mucho que pueda hacer —responde por lo bajo.
—¿Y crees que yo tengo más oportunidad allá en los Estados Unidos?
—Yo tengo que cuidar a mi padre, supongo que tú aún vives con los tuyos. Esa es la diferencia.
En ese momento mi mente me presenta la imagen de Camilo vomitando en el baño... Cáncer de hígado.
—Desde que tengo memoria he estado solo. Y para tu información soy huérfano.
—Eso te hace la vida aún más sencilla.
—Voy a ignorar que dijiste eso. ¿Tienes idea de lo duro que fue? Un padre es el primer amor de su hija y el primer héroe para su hijo, lo mismo se aplica a la madre, pues yo no tuve ese pequeño privilegio. Yo nunca pude llegar a casa y abrazar a mamá, o jugar a la pelota con papá porque mi casa era un orfanato, y habían más niños en mi situación por lo que debía acostumbrarme a ser tratado con lo mínimo.
—¿Sobreviviste tanto tiempo tú solo?
—Una familia se encargó de mí tiempo después, a quienes les tengo bastante aprecio. ¿Sabes? Un padre o una madre biológicos no me hacen falta, pues aprendí por las malas, a vivir sin ellos, pero de cualquier modo, mi relación con dicha familia era de llamarme Jackson, yo a ellos les decía señor y señora. No sabes cuanta tristeza puedes llegar a sentir cuando nadie te dice "hijo" aunque sea una vez en la vida durante la niñez.
Ella se queda callada, su mirada está clavada en el piso. La tensión comienza a elevarse.
—Gringo venga pa' que vea una vaina buena —me llama Camilo desde la sala.
Empiezo a levantarme de la cama, Victoria me mira pero no se atreve a decir nada.
—Sin importar cuántos amigos tengas o qué feliz seas con tu familia adoptiva siempre llega el momento en que un huérfano se pregunta: "¿Por qué me abandonaron?" Y esa es la sombra que nos atormenta cada día de nuestras vidas.
ESTÁS LEYENDO
La Doctrina de los dioses: Los Herederos del Caos
Ficção CientíficaLa doctrina de los dioses inicia en un mundo que sufre y está en decadencia. Puedes verlo cuando los frutos de los árboles pierden su sabor, cuando la sonrisa de los niños es reemplazada por el miedo de sus padres y las ganas de vivir se extinguen...