Something more.

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Era una soleada mañana de invierno y un rayo de luz entraba por la habitación de un chico rubio de ojos marrones. Su nombre era LuHan y tenía veinte años. Su cuerpo era flaco y proporcionado y sus ojos expresaban más de lo que a él le gustaría. Era infantil y tierno, haciéndolo ver más lindo de lo que ya era. O así opinaban las chicas del pueblo en donde vivía.

El despertador sonó y una mano salió perezosamente del revoltijo de sábanas que permanecía sobre la cama, apagando el molesto ruido al apoyarse pesadamente sobre el pequeño reloj. LuHan empujó las sábanas lejos de su cuerpo, sentándose en el colchón y bostezó al tiempo que se frotaba los ojos.
Se levantó de la cama, yendo al baño algo tambaleante al seguir bastante dormido. Tomó una rápida ducha, se vistió con un pantalón ajustado y una playera negra suelta y bajó a la cocina. Su casa era pequeña y sencilla: su trabajo apenas le daba para comer y mantener los gastos universitarios, además de para poder pagar el alquiler. Pero él era feliz de todos modos: tenía buenos amigos y unos padres que, a pesar de haberse mudado a la ciudad y haberlo dejado solo ahí, lo querían mucho. Había sido su decisión quedarse en el pueblo después de todo.


***



Luego de desayunar un vaso de leche con chocolate y tostadas, aprovechó que era sábado y, después de abrigarse bien, salió a caminar un rato. El clima le pareció que estaba perfecto: hacía frío, pero no ese que te cala los huesos, sino uno agradable. Le gustaba sentir la sensación fresca en su rostro, que estaba tibio por haber estado encerrado en su casa mucho tiempo.

Escuchaba música de su celular con sus auriculares y caminaba observando su alrededor. Esa mañana estaba tranquila y no había mucha gente en las calles. Llegó al río que estaba cerca del pueblo, y se sentó en la orilla, apreciando el paisaje y abrazando sus piernas.

Todo ese tiempo enamorado de BaekHyun se esfumó en unos minutos... pensó. Y por algo tan simple. Había llegado a la conclusión de que había confundido amor con amistad. Porque de ser amor, no lo habría olvidado tan rápidamente. BaekHyun nunca le había correspondido, y se mantuvo siempre como su amigo. Siempre atento y amable, incluso al decirle que tenía novio y lo amaba mucho. LuHan no tuvo corazón para demostrar su tristeza al ver la felicidad que tenía su amor no correspondido al hablar de Kim Jongin.

Desde ese día no prestaba atención a nada. Ni siquiera a lo hermosos que eran los ojos de BaekHyun cuando sonreía. En cambio... su atención estaba totalmente puesta en su mejor amigo Kim MinSeok.
─ Todo empezó ese día─ murmuró LuHan. Tenía una expresión perdida en el rostro, y estaba con los ojos entrecerrados. Se acomodó más en su abrigo para protegerse del frío.

Y recordó el momento que había cambiado ese algo en su interior. Dándole vuelta todo lo que creía.


***



LuHan y MinSeok estaban en la casa del primero, festejando su "viernes de películas", como lo había bautizado LuHan. Esta vez habían alquilado una de acción, y la estaban viendo muy entretenidos hasta que sus estómagos rugieron de hambre y tuvieron que parar la película para buscar algo de comer. MinSeok le dijo a LuHan que se quedara sentado y fue a la cocina a preparar pochoclos dulces.
Abrió el paquete de plástico, puso la bolsa de papel en el microondas y apretó los botones del aparato, poniendo el tiempo necesario.

Cuando estuvo listo lo volcó en una fuente y se dirigió a la sala donde LuHan yacía recostado boca arriba en el sillón, mirando el techo. Con la mala suerte de que al estar a unos pocos metros del mueble con su amigo encima, el gato que tenía por mascota se cruzó en su camino y, además de asustarlo, lo hizo tropezar y caer sobre LuHan. Los pochoclos volaron sobre ellos, cayendo al suelo. Sus bocas quedaron a pocos centímetros, tentando a la resistencia de MinSeok, que llevaba años enamorado de su amigo, a romperse. Una tentación que fue muy fuerte y terminó dejándola arrasar con su interior, rompiendo su barrera, su resistencia.
Unió sus labios con el rubio, dejándolo en un repentino estado de shock. Fue un beso fugaz y superficial, ya que MinSeok enseguida notó lo que había hecho con sólo una acción: revelar su secreto mejor guardado. Su amor hacia el rubio. Él amaba a LuHan de verdad, y mucho. Cosa que era obvia para muchos pero no para el inocente rubio.

MinSeok se levantó enseguida, haciendo como si nada y, lamentándose por los pochoclos perdidos, puso a andar la película, incitando a LuHan a que lo siguiera y terminaran de verla.

Sólo bastó ese corto y simple beso para confundir a LuHan al punto de que creía que su interés amoroso ahora pertenecía al castaño. A MinSeok.


Something more [XiuHan]Where stories live. Discover now