Apocalypse Z

Cap 8

Capítulo 8.

Seguí caminando, lamentándome de haber nacido, de ser tan idiota, de ser tan egoísta, de ser tan, tan errónea, una razón más para odiarme, lo perdí todo, por todo me refiero a Cristian, él es mi todo. No entiendo porque no aproveche todos los días que estuvimos juntos, no entiendo.

Desvié mi mente de las cosas que daban bajones, puse más atención en el camino, porque en cualquier momento, podría aparecer algo inesperado. Paré de caminar al ver un pequeño supermercado, estaba en buen estado y tenía bastantes cosas, agarré mi arma y entré. Agarré latas y comida no perecedera, agua, todo lo que necesitaba, lo metí en la mochila, a todo.

-Necesito volver a donde me dejó Cristian, tal vez sobrevivió y me está buscando. –Pensé.

Aunque no me acordaba bien donde era exactamente, voy a ir, no esta tan lejos, es solo unos kilómetros y caminé rectamente para llegar aquí.

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Caminé y caminé, hasta que llegué, realmente no conté el tiempo, no soy un reloj, pero fueron muchas horas.

Había papeles rotos, sangre, pedazos de ropa ¿Qué rayos pasó? Junté los papeles, para ver lo que había escrito en ellos, pero estaba todo borroso, faltaban pedazos y no se entendía. Mi duda era la siguiente ¿Quién la habrá escrito?

Me apoyé contra la pared, fui bajando lentamente hasta llegar a sentarme en el suelo, corrí los mechones que tenía sobre mi rostro y suspiré, ¿Dónde demonios podría estar Cristian? ¡Dudo que haya muerto! Él es muy ágil, rápido, perfecto, bueno, caballeroso, ¿Qué estoy diciendo? Me desvié del tema. 

-Mierda. –Maldije en voz alta- Lo extraño tanto. –Susurré- ¿Por qué no fui yo? – Miré hacia el cielo - ¿POR QUÉ NO FUI YO? –Repetí nuevamente, gritando, mirando hacia el cielo.

Se me escapaban lágrimas, no podía seguir, esto era algo imposible de superar, era algo que iba a llevar la culpa de por vida. Y era cierto, ¿Ustedes podrían estar tranquilas cuando fueron la causa de la muerte de alguien? ¿O que alguien este herido? ¿Y si es la persona que amas o sientes algo? Realmente, no tengo idea, pero lo único que sé es que quiero morir, sea doloroso o no, merezco morir, soy tan egoísta, tan hecha para hacer cagadas. ¿Para qué me tuvieron mis padres? ¿Para ocasionar muertes? ¿Para hacer lío? ¿Para qué? ¿De qué sirvo? No tengo ni la menor y puta idea.

-Al menos hazme morir, no quiero seguir sola, no quiero seguir sin él, no, no quiero, si no está el no quiero nada, ¿Se entiende? –Mire al cielo, nuevamente.

Escuchaba pasos, seguro eran de algún zombie hambriento, al fin Dios me escuchó, pero qué más da, que me coma hasta que no sobren ni los huesos, lo merezco. Cada vez estaban más cerca, yo no miraba, no quería ver, prefiero que me tome de sorpresa, quiero sufrir más que él. 

Éste zombie era el más lento, ¿Por qué justo tuvo que venir este? Dios mío. Mas se iba acercando más lento iba, ¿Acaso necesitaba ver bien a su presa? ¡Siempre me toca lo peor! 

Bien, perfecto, hace 5 minutos que está caminando hacia mí. Está a centímetros de mí, al menos un metro, un maldito metro, ¿Tanto puede tardar?

Dejé de escuchar pasos y comencé a escuchar una respiración, bastante agitada, pero moderada, nunca había escuchado un zombie sonar así. La verdad, nunca, de las pocas ocasiones que los tuve cerca, nunca.