Capítulo V. No todo es fantasía
Al día siguiente, cuando Katsa se despertó para así prepararse e ir al Instituto, lo hizo sintiéndose completamente desganada, pues no había logrado descansar, ya que, la noche anterior, por aquella cena con sus padres, los de Logan y éste mismo, llegaron tarde a casa, y, habiendo vivido aquellas emociones con respecto a quién sería esa mujer misteriosa, aunque ya al menos sabía su nombre, no pudo dormirse al llegar, sino que se quedó dormida tras estar tres horas pensando en lo mismo: Selene.
Cuando la alarma de su móvil sonó, se despertó y lo apagó, sin embargo, no se levantó de la cama, pues sentía de nuevo aquellas fuertes punzadas que una vez sintió, las cuales después trajeron aquel grito ensordecedor y aquella imagen borrosa. Esperaba que aquel dolor no continuara con aquel grito.
Recordando aquello, abrió los ojos de par en par y se incorporó en la cama, quedándose pensativa en aquel momento, cuando vio aquella imagen que identificó con la figura de una persona, aquella figura, era Selene.
Todo tenía sentido. La figura que había visto, y por lo que no supo identificarla completamente como tal, vestía completamente de negro, como Selene cuando la vio en dos ocasiones en el Centro Comercial, o como cuando la vio el día anterior, también en dos ocasiones.
Katsa tuvo en cuenta el factor de que, cada vez que se había dirigido hacia ella u otra persona pretendía verla, había desaparecido, y, si lo juntaba con que, sin haberla visto antes, la vio en su mente, el día anterior al primer día de Instituto, únicamente podía sacar como conclusión que aquello se trataba de magia. Ella siempre había creído en la magia, había creído que quizá fuera posible que, antiguamente, existiera, pero, encontrándose con una situación así de frente, su mente y su razón le decían que era imposible.
Suspirando por ya ni siquiera saber qué pensar y sobre qué, salió de la cama y se dirigió hacia el armario, de donde sacó la ropa que se pondría, sin detenerse mucho a pensar en ello, ya que ni siquiera tenía ganas de pensar qué iba a ponerse, ni siquiera de tener que desayunar e ir al Instituto. Aquel día, Katsa se sentía completamente desganada, y todo por aquellas punzadas y todo aquel misterio con aquella mujer, Selene.
Tardando más de lo que solía tardar, puesto que lo hacía todo sin ánimo y sin ganas, salió arreglada del baño, a excepción del calzado, y se dirigió hacia su cama, donde, sentándose sobre los pies de ésta, se echó hacia atrás, tumbándose de espaldas, al menos medio cuerpo.
Nunca se había sentido así, completamente desanimada y sin querer hacer nada, únicamente estar tumbada, o bien sentada, sin tener que mover sus manos para hacer algo y sin tener que pensar o prestar atención. Ni siquiera le ocurrió cuando un pariente suyo muy cercano murió, y, en aquel momento, simplemente por el misterio que aquella mujer traía consigo, y aquellas punzadas, no tenía ganas de hacer nada.
En aquel momento, la puerta de su habitación comenzó a abrirse, pero ella ni siquiera se levantó para ver quién era.
- Katsa, ¿te encuentras bien? – le preguntó su madre con voz suave.
Kahlan entró completamente a la habitación, esperando una respuesta por parte de su hija, pero ésta no llegó.
Se acercó a la cama, por un lateral, y, cuando miró al rostro de su hija, vio que ésta tenía los ojos cerrados. Se había quedado dormida.
Ante aquello, Kahlan sonrió con dulzura y, colocándose en otro lado de la cama, la llamó en voz baja y con un tono de voz suave y tranquilo, para que no se alterara o se levantara sobresaltada.
- Katsa, cielo, levántate. – le dijo su madre agachándose un poco y acariciándole suavemente el pelo.
- Quiero dormir. – murmuró Katsa.
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La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasy¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...