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La luz de la luna, era lo único que atravesaba la enorme ventana de aquella habitación, iluminando el blanco rostro de un jóven, quien apacible, observaba como las gotas de lluvia chocaban contra los cristales.

La letra de una hermosa canción se escapaba de entre sus carnosos labios mientras que con sus dedos golpeaba la pared haciéndo acompañamiento a su melodiosa voz.

Solo estoy caminando y caminando  en esta oscuridad...
Mis tiempos felices me hicieron esta pregunta "¿Estás seguro de que estás bien?" Con cada palabra de la canción, el nudo en su garganta se hacía más y más grande.

— ¿Cuándo dejarás de cantar esa absurda canción? — Una segunda voz apareció en la habitación, esta era ronca y sorpresivamente lograba transmitir terror a quien la escuchará. Sin embargo el jóven cantante mantenía un semblante inmutable ante su poder ¿Quería parecer valiente? O ¿Quería provocar al mayor? Ni siquiera él lo sabía — Que pésimo trabajo hizo tu madre educandote, Jin — El nombrado observaba por encima de su hombro la maléfica sonrisa dibujada en el rostro del hombre.

— Si vienes solo a fastidiarme, lárgate ahora mismo — Habló lleno de cólera.

— No soy el único que está fastidiando — SeokJin giró sobre sus talones al escuchar como algo era lanzado contra el suelo, encontrándose con un sobre color negro justo frente a sus pies. Rápidamente lo levantó y abrió, sorprendiendose por el contenido de este.

— ¿Qué es esto?

— Un nuevo trabajo — Sus ojos se abrieron de par en par, provocando una sonora carcajada por parte del mayor — Esos bastardos siguen buscándote... No quiero que sigan estorbando. 

— No los lastimare, a ninguno — Declaró lleno de convicción.

—  Si no lo haces, sabes bien que otra persona lo hará por ti — La sonrisa en el rostro del hombre se hacía cada vez más grande, causando un escalofrío en el cuerpo de SeokJin — Esos chicos ya no son tus amigos ¿Qué es lo que te preocupa? 

— ¿Qué podrías saber sobre ellos? No los conoces.

— Sé que ellos están en Gwangcheon, es lo que sé. Pero tienes razón, no los conozco... ¿Qué te parece... Si me presentas a uno? — Tragó saliva con dificultad ante el verdadero significado de esas palabras.

— Dije que no los lastimare — El jóven de cabellos oscuros caminó con cautela hasta llegar a la entrada de la habitación, dispuesto a alejarse y no volver jamás.

— ¡Vamos Jin! Toma una decisión ¿Tus amigos o tu familia? — Con su rostro completamente rojo por la ira que lo invadía, observó el contenido del sobre una vez más.

— Lo haré — Musitó. Sin siquiera mirar a su acompañante abandonó el lugar. Mientras caminaba observaba sus manos, las cuales habían comenzado a temblar desde minutos atrás. Consternado por su respuesta, no podía dejar de imaginar su cuerpo bañado en la sangre de los chicos a los que alguna vez, lleno de felicidad,  llamó amigos.

(***)


La alarma sonaba estrepitosamente mientras la jóven Young Mi luchaba por abrir sus ojos.

— Maldito despertador, arruinas mi relación con mi cama — Farfulló con molestia. La castaña frotaba sus ojos y  murmuraba cosas sin sentido alguno mientras caminaba en dirección al baño.

— ¿Por qué tardaste tanto en salir? — Preguntó una mujer de edad avanzada, mientras le dedicaba una mueca de fastidio a la chica.

— Lo lamento... Me quedé dormida mientras me duchaba — Sonrió inocentemente tratando de evitar que la mujer la reprendiera.

⚜ ALONE ⚜ [Kim SeokJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora