Autor: Kareny
“Moriré si el Oráculo muere...”
Las palabras de Gardienne se habían estado repitiendo en la mente de Leiftan cada segundo de los últimos días...
...Hasta este momento.El caos había invadido a la Guardia de Eel cuando Leiftan finalmente destruyó el Cristal y al Oráculo, dejando que el lugar se corrompiera, mientras el suelo abierto en dos engullía tanto edificios como faelinnes a la inexistencia.
Lágrimas, gritos, rabia, odio, Leiftan los escuchó de todos y de todas partes mientras contemplaba la obra maestra que había creado, volando hacia el cielo con Gardienne en sus brazos.
“Leiftan, confié en ti...” La chica le dijo a su amado, mientras sangre salía de su boca, sintiéndose cada vez más débil a medida que los segundos pasaban. Estaba muriendo.El Daemon no dijo nada. Tenía demasiado miedo como para hablar, demasiado miedo de que ella lo odiara aún más. Demasiado miedo de lo que ella le diría.
“Leiftan...” Llamó una vez más al mismo tiempo que una de sus manos tocó su rostro, haciendo finalmente que éste la mirase.
La vista le dolió.
La que una vez fuera una brillante piel, era ahora más pálida, igual a la de una persona muerta; sus ojos brillantes ahora estaban sin vida ya que ninguna expresión residía en ellos. Ella era sólo como un cadáver.
Tomando una respiración profunda, levantó la vista, evitando así la necesidad de mirar abajo otra vez.
“No me disculparé” Dijo fríamente.
Su voz era venenosa para Gardienne, que nada podía hacer para arreglar la situación, sintiéndose traicionada y culpable por confiar siempre en él.Lágrimas recorrieron las mejillas de la chica cuando sintió que sus ojos se volvían pesados a medida que pasaba el tiempo.
“Lo sé...” fueron las últimas palabras que dijo antes de que su corazón se detuviera, para siempre.
Los labios de Leiftan temblaron, dejando escapar un suspiro mientras miraba hacia abajo, hacia el rostro de Gardienne.
Su corazón dolía. Se suponía que no debía doler tanto, pensó. No debería haberse enamorado de ella.
Sosteniéndola más fuerte contra su cuerpo, Leiftan plantó un último beso en los ahora azules labios de Gardienne, tomando un último vistazo de su rostro, grabándolo en su mente para que nunca olvidara lo que su venganza le hizo.
Una sola lágrima cayó sobre el rostro de la chica.
Se había terminado...
Todo.
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Oneshot Leiftan
FanfictionEs una recolección de oneshots de esta pareja, escritas por diversos autores.