Nunca me iré (Piam y Theris)

Capítulo 7

PoV Theo

Me levanto en el bosque tumbado en medio de un claro, cosa extraña porque me dormí en mi cuarto. Suspiro y una neblina blanca sale de mi boca. El frío se cuela en mi cuerpo y me tengo que abrazar para no perder el calor.

- ¿Liam?- Lo llamo mientras froto mis brazos. Nadie responde y comienzo a caminar, no tengo ni idea a donde voy pero no quiero quedarme en ese claro. Sigo avanzando por el bosque, está demasiado oscuro y no veo más de tres palmos, un olor a sangre me hace detenerme. Sigo el olor despacio y, aunque no quiero admitirlo, con miedo. Un cuerpo me da la espalda, mis manos tiemblan las manos cuando reconozco la camisa del cadáver.

- ¿Christopher?- Susurro con la voz rota, me acerco un paso más y le doy la vuelta al cadáver. Los ojos azules de Chris me miran casi sin vida y su pecho sube muy lentamente, le falta poco.- Christopher.- Le susurro mientras las lágrimas caen por mis mejillas, me arrodillo a su lado y pongo su cabeza en mis piernas. Él me da una sonrisa, y me susurra algo, que no logro entender.- ¿Que dices?- Le digo pegando mi oreja a su boca mientras las lágrimas siguen cayendo.

- Te quiero y te querré siempre.- Susurra antes de que su pecho deje de moverse. Lo miro a la cara con los ojos llenos de lágrimas.

- No.- Susurro, mis manos recorren su cara y le cierro los ojos.- Lo siento Christopher debería haberte ayudado.- Susurro mientras lloro con la frente pegada a su pecho.

Me siento de golpe mientras las lágrimas caen por mis ojos. Me siento en la cama mientras intento borrar las imágenes del sueño. Era tan real, que daba miedo. Miro la mesilla de noche y solo son las seis de la mañana, aun me queda una hora para que suene la alarma, pero no puedo dormir otra vez, no voy arriesgarme para volver a soñar con su muerte. Me levanto y voy hacia la cocina, necesito beber agua. Cojo un vaso y me lo lleno de agua, voy hacia el salón para poder ver la tele hasta que Liam se despierte. Una luz en el pasillo me llama mucho la atención ¿Son las seis de la mañana, que hace Chris aún en el despacho? Me acerco despacio y abro la puerta lo más silenciosamente que puedo, la luz me obliga a cerrar los ojos. Ya acostumbrados abro los abro y veo a Chris durmiendo sobre su brazo encima del escritorio. Me acerco despacio y lo muevo suavemente.

- Sr. Argent.- Le susurro consiguiendo que abra un poco los ojos, al verme pone una mueca de confusión.

- ¿Theo?- Me dice mientras se estira en la silla.- ¿Que hora es?- Me pregunta desorientado.

- Las seis de la mañana.- Le digo mientras me aparto para que se levante, él lo apaga todo y sale delante de mí. Al salir cierro la puerta y voy hasta el comedor donde me está esperando.

- ¿Qué haces despierto? Aún es pronto.- Me dice mientras se sienta en el sofá y pone la tele.

- Una pesadilla.- Le digo encogiendo los hombros, miro hacia fuera y sonrío.- Voy a salir a correr, para despejarme un poco.- Él me mira mientras asiente. Me acerco al otro lado del sofá y empiezo a quitar la ropa.

- Mmm Theo.- Giro mi cabeza para mirarle y él está sonrojado mirando hacia el frente.- ¿Que haces?- Me pregunta serio, yo sonrío mientras acabo de desvestirme.

- Te lo he dicho voy a correr.- Él me mira pero no me quita la mirada de mi ojos.- Ya sabes a estirar las patas de lobo.- Le digo con una sonrisa inocente. Él traga y no me quita los ojos de encima.

- No te vayas muy lejos.- Me dice con preocupación. Yo asiento y empiezo a transformarme delante de sus ojos. Lo único que se escucho son el crujir de mis huesos al acostumbrarse al tamaño del lobo. Cuando mis patas delanteras ya tocan el suelo me giro a mirar a Chris, él me mira con fascinación y mi lobo gimotea de felicidad.

- Necesitas que te abra la puerta ¿No?- Me dice mirándome con una ceja alzada, yo asiento y suelto aire ruidosamente por la nariz.- Vale, ya voy.- Una sonrisa aparece en su cara mientras se levanta y me abre la puerta corrediza para salir al jardín. Él va directamente hacia la otra puerta mientras yo olfateo todo el jardín, nada raro. Levanto la cabeza y Chris me está esperando con la puerta abierta. Corro hasta allí, pero al ver su mano freno en seco.- No te vayas muy lejos y vuelve pronto Theo.- Yo asiento antes de salir corriendo hacia el bosque. Las imágenes de mi sueño me bombardean obligándome a parar mientras respiro agitadamente, observo todo a mi alrededor. No tengo ni idea de donde estoy pero sé volver siguiendo el aroma de Chris. Paseo tranquilamente entre los árboles, ir así me ayuda de verdad a despejar mi mente, a destensarse y a relajarme. Es increíble lo bien que me hace sentir ser lobo. Un silbido me llama la atención, es un silbido que viene a mucha velocidad y cada vez que se acerca más. Una flecha se clava en el árbol que tengo a mi derecha, la miro asustado y comienzo a correr hacia donde está el aroma de Chris. Otra flecha se clava al lado de mi cabeza y corro más rápido. Veo la casa de Chris así que doy mi último esfuerzo, voy a saltar la valla, ya que no me dará tiempo a convertirme, pero un dolor en mi pata trasera hace que suelte un aullido de dolor y caigo rodando en el suelo, por suerte, dentro del patio de Chris. Me levanto y miro mi pata, allí hay una flecha bastante clavada. Intento andar hacia la casa pero vuelvo a caer con otro aullido de dolor. Me quedo tirado en el suelo, esperando que alguno de los dos me escuche y salga a por mí. Por culpa de la flecha tampoco puede transformarse en humano. Gimoteo de dolor mientras miro hacia atrás para asegurarme de quien sea que me haya hecho esto no vuelva a rematar el trabajo. El ruido de la puerta corrediza me hace mirar hacia allí, Chris está mirando por todo el jardín con una mueca confusa. Su mirada cae sobre mí y al verme tirado en el suelo se acerca corriendo.

- ¿Theo qué te ha pasado?- Me pregunta acariciándome la cabeza, yo cierro los ojos disfrutando del tacto. Gimoteo de dolor y señalo con el hocico mi pata trasera. Al verla Chris deja salir un grito ahogado.- Tranquilo pequeño ahora te ayudo.- Me dice con una falsa tranquilidad.- ¡Liam sal!- La puerta corrediza se abre y mi amigo nos mira preocupado, se acerca y al oler la sangre se altera un poco.- Ayúdame a cogerlo y llevarlo al garaje.- Él asiente y me cogen entre los dos.

Una superficie metálica fría, es lo primero que toca mi costado y suelto un pequeño aullido.

- Theo tranquilízate, ahora lo vamos arreglar.- Me susurra Liam mientras me toca detrás de la oreja. Supongo que gracias a Peter habrá averiguado que en esta forma eso nos relaja mucho. Suelto un ronroneo mientras cierro los ojos.- Hazlo ahora.- Dice Liam ¿Espera, hacer que? No me da tiempo a preguntar cuando la flecha es sacada de golpe de mi pierna. Un aullido de dolor sale de mi hocico mientras pequeñas lágrimas resbalan por mi pelaje.- Ya esta T.- Me dice volviendo acariciar detrás de la oreja. Me comienzo a convertir en humano mientras Liam me hecha una manta encima.

Estiro mis brazos y abro lo ojos. Chris y Liam me miran con un poco de miedo. Yo suspiro y miro mi gemelo, ahí el agujero que ha dejado la flecha ya comienza a curarse.

- La próxima vez me avisáis cabrones.- Les digo mirándoles enfadado, ellos asiente mientras se mira con alivio. Chris se acerca a revisarme la herida, y al ver como ya se ha cerrado suspira y se pone a revisar la flecha.

- ¿Has visto quien te ha disparado?- Me pregunta serio mientras está mirando fijamente la punta de la flecha.

- No, estaba paseando y escuche que venia una flecha, por suerte se clavó en el árbol que tenía al lado, entonces seguí corriendo y me dispararon otra que no me dio, y cuando llegue aquí y estaba saltando la vaya esa me dio en la pata y por eso caí al suelo.- Les digo mientras me pongo otra vez de pie.

- ¿No vistes, ni oliste nada?- Me pregunta mirándome a la cara.

- ¿Nada, porque?- Le pregunto acercándome hasta donde está él.

- Por que esta flecha es de los Argents.- Yo lo miro sorprendido y él vuelve a mirar la flecha.- Específicamente las que usaba Allison.- Me dice con un poco de pena.

- ¿Allison, tu hija?- Le pregunto sorprendido mientras miro a Liam, el nos está mirando fijamente a los dos. El asiente y se va al despacho.- ¿Que hora es Wolfi?- Le pregunto dejando de mirar la puerta.

- Vístete rápido porque sino no llegamos al instituto.- Me dice entrando también, yo suspiro y subo corriendo al cuarto a cambiarme de ropa.