Granada | Fruta Prohibida.

004. Nico: Anciano.

Y el picaflor merodeaba una tierra de llanto y dolor, empañados de placer.

La luz del sol acalora y sonroja mi piel, finalmente la hace sudar.

Entre mis manos, tengo una flor.

-¿Duele?- Le pregunto, desde mi campo de flores.

-¿Qué cosa?- Me responde, con tono cansado.

-Ser un dios,- No miro en su dirección, me fijo en mi flor que se siente tan delicada sobre la palma de mi mano, brillante de sudor.

-¿Por qué dolería ser un dios?- Su voz me da escalofríos, y casi quiero pedirle que salga de sus sombras- Podrías preguntarle estas cosas de niña a tu madre, ella es diosa.

-Porque antes eras un semidiós,- Mis ojos se clavaron en aquel punto oscuro del bosque, donde él se oculta.- Y cuando naciste como semidiós yo tenía 200 años en un cuerpo de 16, y ahora tengo 300 en uno de 17, así que no puedes decirme niña porque soy mayor que tú aunque tú te veas mayor. Eres un anciano, pero yo aún más.

-Sigo sin entender por qué dolería.

-Porque ya no eres mortal...- Respondo, exasperada.- ya no te relacionas con otros semidioses, porque estás atrapado en la inmortalidad y a so...

-No estoy sólo,- Me responde, interrumpiendo y sabiendo muy bien lo que yo iba a decir,-Estás tú.

-No estaré siempre, ¿Sabes?- Sostengo la flor por el tallo, dejando que él la vea,--¿No es bonita? La tengo hace 10 años, y sigue viva.

-¿Cómo no estarás siempre?- Su voz tiembla un segundo, y al siguiente se oye confundido,- No entiendo.

-Yo no soy inmortal. Mi madre a retrasado mi envejecimiento, y sólo lo logró en mi cumpleaños catorce, antes envejecía al igual que el resto.

-Creí que ya eras inmortal.

-La vida se me acabará en cualquier minuto, y al igual que con esta flor,- La sostengo a la luz del sol, y lentamente comienza a marchitarse.- Puedo acabar con esto cuando quiera.

Veo sus manos sobresalir, y por un minuto creo que saldrá de las sombras.

-No digas tonterías.

-Si tengo que morir para que ella me deje en paz...-Acaricio los pétalos, y luego los sujeto con fuerza, para arrancarlos y dejarlo esparcidos en la tierra,- Yo misma lo termino. Es cosa de tiempo.

-o-