Enséñame a Vivir

"Café y Problemas"

Otro día más en la base de Overwatch y Fareeha se encontraba en el gimnasio sudando. Para su suerte no tuvo problemas para dormir en la noche debido al alcohol, tampoco fue como si hubieran bebido mucho, un par de copas no le hacían mal a nadie si no se abusaba de ello.

Cómo rutina después del gimnasio se fue a duchar para luego ir por un café, la egipcia aún sentía raro esto de tomarse uno días fuera del ejército, estaba acostumbrada a despertar bastante temprano para entrenar durante muchas horas, salir a misiones por días, estar llena de papeleos sobre los reportes, etc. El ambiente del ejército era bastante movido, y estricto en el caso de algunos problemáticos reclutas.

Duchada y fuera de su cuarto caminaba por los pasillos en dirección al casino por un café, seria, pensando en que hoy vería a Reinhardt para hablar sobre su madre.

De camino vió a Angela a lo lejos, no pensó en saludarle ya que parecía muy ocupada con algunos soldados, observó un minuto la escena, parecía una emergencia pero la egipcia se centró más en la doctora; dejó de mirar y continuó su camino.

Más tarde Fareeha pasó por la oficina de Angela, tocó la puerta y entró aún sin escuchar la autorización, al fondo se encontraba la doctora mirando exámen tras exámen, en su escritorio un montón de papeles, carpetas y archivos; la rubia se veía bastante concentrada en su trabajo, tanto que no escuchó a la morena entrar y cerrar la puerta.

-uffff. -suspiró Angela tirando el trabajo sobre el escritorio y echándose en su silla a ojos cerrados masajeando su cien.

-¿que tal cinco minutos de descanso? -dijo la morena por detrás de la rubia ofreciéndole un café.

-¿¡cuando entraste aquí!? -se exaltó correspondiendo el café.

-hubiera esperado un "¡oh gracias, era justo lo que quería!" -se burló mientras se apoyaba en el escritorio. -o un simple "gracias" estría bien doctora, pero parece que se le han olvidado los modales.

-¡ahg!, No... no es eso, es... -se quejó.

-¿Mucho trabajo? -interrupió.

-llegaron soldados mal heridos de una misión que necesitan una operación complicada, hay que reemplazar varias partes del cuerpo pero...

-¿por que te complicas tanto? -pregunto Fareeha interrumpiendo nuevamente.

-¿Eh? -la miró sin entender. -¿A qué te refieres?

-quiero decir, has estado aquí por mucho tiempo, y pienso que más de alguna vez tuviste que encabezar una operación.

-pues... Si, pero... -respondio desanimada bajando la mirada.

-oye, no te desanimes, se que puedes.

-Fareeha... -aun cabizbaja.

-¿Mm? -la miró cruzando los brazos.

-recuerdas a Genji, ¿Verdad?

-el chico de ayer. -miró al frente de forma desinteresada.

-como notarás, él tiene partes reemplazadas.

-si, lo ví, ¿Que hay con ello?

-yo encabese esa operación.

La morena no dijo nada, se limitó a mirar el comportamiento de la rubia que aun seguía cabeza abajo.

-a Genji se le reemplazaron tres cuartas partes de su cuerpo, no fue nada fácil, estuve por tres días enteros en el quirófano, la operación fue muy extensa y complicada, tuvimos que unir partes mecánicas a los órganos, fusionar de alguna manera huesos y nervios a tubos y metales para el funcionamiento, el cuerpo de Genji arrojaba pocas posibilidades de que viviera...