_Sabes que nunca ocuparás el lugar de "Ella" ¿cierto? _
Esas palabras cargadas de maldad se quedan retumbando en las paredes, haciendo eco en mi cabeza y provocando en mí unas inmensas ganas de saltarle encima y arrancarle los cabellos. Pero no voy a demostrarle que me afectó lo que dijo.
Me quedo de pie con la vista fija al frente, sólo puedo ver el trasero de la rubia menearse de un lado a otro mientras se aleja, así que decido ignorar lo que acaba de escupir y me giro para regresar a mi habitación.
Tragándome el nudo instalado en mi garganta, camino de vuelta por el pasillo. La puerta de la habitación que comparten Iza y Lili está entre abierta, mis ojos captan algo que me hace detenerme en seco y ahora sí, mis lagrimas empiezan a resbalar sin permiso.
_Pedro_ lo que planeo sea un grito, en realidad sale como un murmuro. Con mis manos cubro mi boca para ahogar mi llanto, siento mis mejillas empapadas y mis ojos nublados.
Pedro está recostado sobre el colchón con los ojos cerrados y una inmensa sonrisa en su cara. Sus manos reposan en la cintura de un cuerpo delgado que está a horcajadas sobre él.
¿Qué clase de burla es esta?
Debería entrar y arrastrar a la tipa esa, tomarla de los cortos cabellos grisáceos, alborotados, mal cuidados y seguramente con piojos, que tiene en la cabeza, zarandearla hasta que no le quede uno solo pegado a su cuero cabelludo. Y Pedro... no puedo creer esto.
¿Se dan cuenta de lo masoquista que soy al quedarme mirando?
Recorro los pocos pasos que hacen falta hasta mi habitación, tomo la perilla entre mis manos temblorosas, y cuando por fin logro abrir, doy un paso hacia adelante. Tanteo la pared buscando el interruptor, pero no lo encuentro, así que rendida, camino arrastrando los pies para guiarme hasta la cama sin tropezar con nada y me dejo caer en el colchón.
No voy a llorar.
No voy a llorar.
No...
Ahogo un grito cuando el peso de un cuerpo se posa sobre mí, por más que intento ver su rostro, la oscuridad de la habitación y el llanto no me lo permiten. Parpadeo intentando captar alguna imagen clara, pero no lo logro.
Una mano se cuela por debajo de mi vestido ajustado, ni siquiera recuerdo haberme puesto este trapo. Al notar que no llevo nada más puesto, se incorpora sobre el colchón y de un sólo movimiento se deshace de él exponiendo mi desnudez. Se me escapa un gemido al sentir su cuerpo cálido de nuevo sobre el mío.
Quiero apartarlo, pero al mismo tiempo quiero experimentar esto.
El ambiente se hace cada vez mas sofocante.
Una sensación de extrema felicidad, placer, miedo y confusión se apoderan de mí y no me dejan pensar con claridad. La cabeza me da vueltas, es como si esto lo hubiese vivido antes.
Decido disfrutar el momento y olvidarme de mis problemas. Aunque al despertar no pueda siquiera recordar lo que pasó en esta habitación, ni al desconocido que en este momento está encajando sus dedos en mi cintura, mientras yo entierro mis uñas en sus brazos.
El desconocido me aprieta sobre su pecho, no pongo resistencia, por el contrario. Su cuerpo es tan cómodo que su respiración, aún más agitada que la mía, me adormece en un instante.
Abro los ojos y me incorporo de golpe al encontrar a un chico desnudo tendido en mi cama junto a mí. Tiene la sonrisa ensanchada y los metales en sus dientes llaman mi atención por un instante.
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Amor Desconocido
FanfictionCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta de...