Baby (EDITANDO)

Prólogo.

Hospital de Drum.

―¿Estás seguro de esto, hermano Katakuri? ―volvió a preguntar su hermana Pudding.

Ambos estaban frente a la habitación donde estaban los bebés recién nacidos y su único propósito no era otro más que llevarse a su hijo de allí junto a (...).

Ella le había dejado unos meses antes de casarse cuando él le dijo que debían cancelar todo, naturalmente como haría una mujer sensata se fue sin decir una palabra, la había notado extraña pero jamás pensó que sería porque estaba embarazada.

Lo que más le dio en el orgullo fue que no lo buscara para nada, ni siquiera para informarle de que tendría un hijo suyo sin su ayuda. Lo cual le hacía sentirse un inútil. Gracias a su hermano Oven supo que (...) regresó a una residencia en Kuraigana. Al parecer, y según lo informado por su hermano, (...) vivía allí con tres personas más. Un hombre mayor llamado Mihawk, una chica joven llamada Perona y un molesto y joven espadachín llamado Zoro.

No sabía qué la unía a esas personas y entonces supo que nunca llegó a conocerla del todo.

―No cambiaré de opinión. Ella y el bebé se vienen conmigo, me ayudes o no ―sentenció el mayor.

Pudding no dijo nada, estaba demasiado nerviosa. Ellos prácticamente estaban por secuestrar a una madre y su bebé.

―¿Cómo está (...)?

Zoro miró a su amiga Nami que entraba a la habitación de (...) junto a Robin.

―Está dormida, el médico le ha dado un sedante para el dolor ―respondió mientras dirigía una mirada a la chica que dormía en la cama―. No tuvo un parto fácil, casi pierden la vida los dos.

Robin se acercó a la cama y besó la frente de (...) de manera fraternal, era como una hermana mayor para la chica. Y lo mismo pasaba con Nami.

―¿Law sabe ya de su hermana y su sobrino? ―Robin se quitó la chaqueta y el bolso y los dejó en una pequeña butaca―. Es raro no verlo por aquí.

Zoro también pensaba lo mismo. Su amigo no daba señales de vida, y eso en más de un sentido era preocupante pues sabía el amor que compartía (...) por su hermano. Por esa razón él estaba allí con (...) en aquel día tan importante.

―No, intenté hablar con él, pero no responde su celular ―Zoro se pasó una mano por el pelo―. Y no tenemos otra forma de contactar con él. Ni siquiera sus compañeros saben algo.

Nami se sintió algo inquieta. Eso sonaba muy raro.

―Bueno, seguro que no hay que preocuparse. Ya aparecerá ―trató de aliviar Nami la tensión del momento. De pronto pasó la mirada por la habitación y notó algo―. ¿Dónde está el bebé?

―Las enfermeras lo llevaron para revisarlo y asearlo, lo traerán enseguida ―informó.

―Estoy impaciente por verlo.

Los tres amigos hablaron bajo para no molestar a (...) mientras descansaba.

Zoro les comentó que (...) de un momento a otro comenzó con contracciones y se las arregló para llamarlo, tuvieron que salir corriendo de casa rumbo al hospital. Intentó contactar con Law, pero no dio señales de vida.

Al llegar al hospital atendieron a (...) y la llevaron al quirófano, Zoro entró a la sala para estar junto a la chica. No pudo negarse a una petición de su amiga asustada. Le fue algo muy vergonzoso y traumante.

―Supongo que estás cansado, ¿por qué no vuelves a casa a descansar? ―dijo Robin―. Yo me puedo quedar esta noche con ella. Y si pasa algo te avisaré enseguida.