Escuche una historia...

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Hace tiempo que escuche una historia, un hombre fue llevado al manicomio por intentar asesinar a su familia y su hermano gemelo tuvo que hacerse cargo de la familia de este, Michael era su nombre, y el del gemelo en el manicomio Alan su mujer se llamaba Laura, y sus hijos Stephen y Amanda, el primero de 10 años y la segunda de 8 años. Michael vivía solo con su perro y poseía pocas cosas a su alcance pues era un escritor sin existo y pensó que el vivir con la familia de su hermano lo ayudaría a sacar ideas para sus nuevos libros, pues con los anteriores no había tenido mucho éxito.

El día que Michael y su perro llegaron a casa de Laura, ella y sus hijos esperaban su llegada, lo recibieron con alegría y le dieron de comer a él y su perro, todos juntos pasaron un buen primer día, entre risas y anécdotas. Cuando llegó la hora de dormir Michael quiso contarles una historia a los pequeños Stephen y Amanda, pero Laura no lo permitió dándole la excusa de que el único que les contaba una historia era su padre, y era mejor que ella se hiciera cargo pues así se evitaría que ellos se alarmaran, Michael dio poca importancia a lo que haría Laura, y prefirió pasar con su perro el resto de la noche en la sala.

Al siguiente día Michael tenía pensado volver a su casa para recoger unas cuantas cosas que necesitaba, pero Laura le dijo que no era necesario pues era mejor que usará lo que le perteneció a su hermano, pues al ser gemelos las ropas les quedaban igual y algunas cosas que utilizaba Michael, las tenía Alan, aun así Michael decidió volver a su departamento por ciertas cosas que necesitaba, pero cuando volvió a casa de Laura, vio que era verdad lo que esta decía y estaba en lo cierto su hermano tenía las mismas cosas.

Una vez que Michael tuvo todo lo que necesitaba para trabajar, empezó a pasar más tiempo con Laura y los niños en intentos por conseguir ideas para sus nuevos libros, pero cuando quiso pasar más tiempo con ellos fue cuando todo se puso raro pues los niños parecían empezar a evitarle y Laura se le acercaba de manera provocativa cada vez que podía. Incluso una noche Laura se ofreció a Michael, pero este la rechazo.

Pasado unos días las cosas no mejoraban, al parecer esteban empeorando pues la relación entre Michael y Laura se hacía cada vez más rara e incluso Stephen llegó a preguntarle: ¿Qué quieres con mi madre?, y con respecto a los libros de Michael, no tenía nada escrito todavía. Pero un día en que por alguna razón no se encontró en la casa con Laura o los niños pues estos le habían dejado dormir, pudo al fin empezar con una parte para su nuevo libro, titulado "El agobio de la familia", y mientras escribía disfrutaba y gozaba con cada palabra que se le ocurría, hasta que en la tarde después de que los niños volvieron y dejaron salir al perro, este volvió atropellado y ensangrentado por todo su abdomen y cuello. Michael inmediatamente lo llevo al veterinario con la ayuda de Stephen y Amanda, y mientras esperaban los resultados del veterinario llegó Laura al lugar y llevó a casa a Michael mientras los niños se quedaban viendo que pasaba con Bruno, en el camino Michael cayó dormido.

Las doce- dijo Michael, mientras abría los ojos y veía el reloj de la pared después de haber dormido, se encontraba en la cama de Laura. Ella que se encontraba junto a Michael le dijo: No creí que despertarías tan pronto.

-Estuve pensando en Bruno. ¿Qué sucedió con él?

-Esta con los niños, si quieres ve a verlos.

Michael algo desconcertado se levantó de la cama y se dirigió al cuarto de los niños que tenía la luz prendida y la puerta entreabierta, al abrirla vio que los niños jugaban con los intestinos del perro que yacía muerto sobre el piso ensangrentado y rodeado de moscas, mientras que los niños además de solo jugar con sus intestinos comenzaron a comerlos y usar las partes del animal como ropa ya sea poniéndose la cabeza como sombrero o la piel como un abrigo, como si fueran dulces y ropa recién comprados que se apresuraban en comer y usar sin importar la cantidad de sangre y hedor que se expedía de esa escena. Michael quedó paralizado al ver tal escena, mientras Laura lo abrazaba por detrás y en un acto lo lazó de vuelta a la cama en donde aún paralizado por la escena que acababa de ver no movía ni un músculo, Laura se posiciono encima de él y empezó a quitarle la ropa mientras comenzaba a hablar una lengua que Michael no comprendía, en el momento en que Laura puso un cuchillo en el tórax de Michael, este reaccionó y se liberó de Laura, y comenzó a recorrer la casa en busca de una salida, pero todo estaba cerrado y no encontraba por donde escapar, y mientras recorría la sala, cocina y pasillos, noto que las paredes y el piso estaban cubiertos por la sangre de Bruno, pero no de manera aleatoria, todo era simétrico y daba la impresión de ser un camino de ceremonia que llevaba a la sala principal.

La cabeza de bruno se encontraba en la mesa de la sala y su sangre a un lado en una copa, en la pared se mostraba una estrella judía inclinada ligeramente hacía la izquierda encerrada en un círculo, todo esto hecho con la sangre y entrañas del perro. Amelia tomó la mano de Michael, mientras que Stephen hacía que se sentara en el mueble y sosteniéndole con firmeza Amelia hizo que coma una oreja del perro y que beba su sangre, mientras Michael lloraba por lo que ocurría pues no aguantaba el miedo a lo que ocurría. Laura llegó y se sentó en las piernas de Michael mientras Amelia y Stephen retrocedieron unos cuantos pasos, Laura bebió de la misma copa que Michael y lo besó, y empezó a abusar de este mientras los niños observaban viendo directamente a los ojos llorosos de Michael. En ese instante por la puerta entró Alan que había logrado escapar del manicomio con un hacha en sus manos, este había llegado con la intensión de asesinar a su familia pues le habían hecho pasar por los mismos peligros, pero al ver tal escena de su amada mujer e hijos que tanto lo amaban con su hermano, su ira cambio de dirección y fue directamente a por su hermano, el cual al ver a su hermano reaccionó e intentó hablar con él, pero al ver que este también intentaba asesinarlo empezó a luchar con él, pues por alguna razón que no comprendía su ira empezó a surgir.

Michael logró al fin quitarle el hacha a su hermano, botándolo al piso y luego usando esta en él, y a con cada golpe que daba su rabia aumentaba, sus ojos solo se concentraron en asesinar a su hermano, ya no le importaba lo que sucedía a su alrededor, inclusive no cerró sus ojos por la sangre que le salpicaba y entraba en estos, y cuando su hermano al fin murió, Michael regresó a ver a Laura y los niños cuando una bala paso por su cabeza acabando con su vida, Laura al ver esto grito: Lo has arruinado, mientras lanzaba un cuchillo y una bala pasaba por su cabeza acabando con su vida también. Dos policías que habían sido los que dispararon entraron en la casa y observaron todo lo que había sucedido y mientras revisaban, Stephen y Amelia los apuñalaron por sorpresa hasta matarlos, y en un acto inentendible estos se besaron y agarrando sus manos corriendo por todo el barrio hasta que nadie ya pudo verlos y oírlos.

El agobio de la familiaWhere stories live. Discover now