Novios... Por contrato

Claro y Oscuro

Hinata no vendría.

Era un hecho.

Jamás lo perdonaría.

Esos eran los pensamientos que rondaban en la mente del azabache, quien se encontraba esperando en el Parque Central a la luz de la luna. A pesar de ser una noche hermosa, llena de estrellas y con un clima agradable para cualquiera, para Sasuke más bien era melancólica.

No podía dejar de pensar en cierto ojiazul, quien por cierto, estaba retardado por 2 minutos 35 segundos y no es que estuviera contando el tiempo. Se sentía nervioso y no sabía la razón.

Las pocas personas que estaban en el lugar se empezaban a retirar y Hinata no llegaba. Sabía que esto no funcionaria, se sentía como un estúpido por emocionarse por algo que no pasaría.

—... Pensé q-que y-ya no estarías a-aquí...

Su cuerpo entero se estremeció al escuchar esa preciosa voz a sus espaldas.

Lentamente, como si se tratara de un animal asustadizo, dio la vuelta encontrándose con la visión más hermosa que alguna vez tuvo.

Su pelo azulado se encontraba resguardado por un gorro, probablemente por el frio que hacia hasta esas horas de la noche, su cuerpo vestía un largo suéter haciéndolo ver más pequeño y adorable, su cara se encontraba sonrojada y sus ojos eran la mismísima luna. Su luna.

No supo en que momento había dejado de respirar hasta que soltó el aire que estaba conteniendo. Tenía unas jodidas ganas de tomarlo entre sus brazos, besarlo hasta sentir los labios entumidos, fundirse con él, llenarlo de caricias y jamás soltarlo.

—S-si no dirás n-nada... C-creo que me v-voy.

—No te vayas.—Por impulso tomo de su brazo, impidiendo que el ojiperla se fuera.

Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de ambos. Hinata quedo paralizado por la cercanía del Uchiha ¿Por qué tenía que verse tan guapo? ¿Por que tenia que ser tan malditamente sexy?¿Por que no simplemente lo besaba?... Odiaba los pensamientos que se empezaban a hacer en su cabeza.

De manera torpe trato de apartar la mano que lo tenía sujeto, aunque una parte de él no quería alejarlo, al contrario, quería refugiarse en sus brazos y olvidar todo el dolor y la tristeza que lo estuvo absorbiendo estos días.

No quería admitirlo, pero se moría de ganas por verlo, por saber cómo estaba, si era cierto lo que la mujer de cabellos azabaches le había dicho, si Sasuke lo había extrañado tanto como él lo hizo. Todo era un revoltijo de emociones que lo confundían y lo hacían sentirse perdido y aterrado.

—Yo... Si te cite aquí fue para darte esto.—En sus manos puso un folder mientras Hinata le devolvió una mirada de confusión.—Son las escrituras del local. Es todo tuyo.

Los ojos de Hinata se mostraron sorprendidos. ¿Era verdad? Con las manos temblorosas afirmo el agarre en el folder y lo habrio encontrando, precisamente, los papeles que afirmaban lo dicho por el ojinegro. Todo estaba en regla, el restaurante era suyo, corrección, era de Kakashi, los chicos y él.

No lo podía creer.

Vacilante, dirigió su mirada al hombre que tenia enfrente. Cuando lo hizo, se dio cuenta que Sasuke esperaba ver alguna reacción de su parte.

—P-pero... Esto...

—El trato era fingir ser mi novio y lo hiciste. Así que, aquí estoy cumpliendo mi parte.

Lo había olvidado completamente.

Las cosas habían cambiado, los sentimientos, las emociones, todo. Así que no era raro que hubiera quedado en el olvido ese acuerdo, sin embargo, Sasuke se encontraba ahí, cumpliendo su palabra.