¡Qué difícil decisión!

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¡Hola!

Como todo mundo anda publicando sus historias en varias páginas, yo también decidí pasar mi primer fic (que está en AmorYaoi con mi seudónimo Klimary) en esta plataforma. Sé que ahorita estoy mega perdida con Saint Seiya (estoy obesionada con el Stony, Superbat y demás) pero me dije ¿Por qué no?

Tiene como seis años aprox. de haber sido creado, espero lo disfruten.

-Dedicada desde que la creé para mi querida ThirteenWilder que la adoro con mi corazón.

-Créditos de las imágenes a sus respectivos autores.

-Yaoi (chico x chico) Afro x Dm/Shura

-Aparición y mención MiloxCamus


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-¡Largo de aquí, ambos!-

Fueron las últimas palabras de un Camus furioso hacia un Shura confundido y un Death Mask asombrado, nadie pensaría que la persona que domina el hielo se enfureciera por una simple discusión...

-¿Simple?, Por favor ¡Estamos en la casa de Afrodita! ¡El pobre está muy mal! Necesita descasar y ustedes... ¿Ustedes lo único que quieren es saber a quien elegirá como pareja? ¡Son patéticos, largo!- Dijo señalando hacia la salida de la doceava casa del santuario.

Los otros dos se miraron fijamente, cayendo en cuenta que Camus tenía razón (por ahora), y por lo tanto salieron del templo, no sin antes dar un último vistazo a su amado, al caballero de las rosas. De hecho, sólo lograron divisar a la sábana que cubría su hermoso cuerpo, ya que el dueño de sus deseos estaba enfermo, y por lo tanto estaba en su cama, absorto de su visita, profundamente dormido.

Camus no quiso perderlos de vista, no hasta estar seguro de que habían abandonado por completo el lugar.

-Afrodita... ¿No crees que ya es tiempo de dejar de atormentarlos?- Comentó hacia el bulto que estaba en la cama, ése que no se había movido desde que sus pretendientes se acercaban a su lecho.

-Camus, enserio, creo que en esta ocasión es verdad: NO me siento bien. Me duele mucho mi estómago, llama al doctor y a un abogado-

-¿Abogado?- Comentó frunciendo el ceño.

-Sí, un abogado, ya que necesito dejar mi testamento porque es seguro que volveré a morir- Dijo aún cubierto por las sábanas.

-Afrodita, ¡No seas exagerado! ¿Por qué no simplemente dejas estos jueguitos de lado y les dices a quién amas? Ellos en realidad me han sorprendido. Han aguantado tu falta de decisión por todos estos días y has provocado que sus peleas en el entrenamiento sean a muerte, como la vez que Shura le arrojó "por accidente" - haciendo las comillas con los dedos- ese pilar a Death Mask diciendo que se lo aventó porque el cangrejo quería asestarle una navaja a escondidas... ambos sabemos que eso no fue verdad. Se odian, por ti- Le dijo a su amigo sentándose en dicha cama, a su lado.

-Pero yo... En realidad no se a quién elegir. Camus, ¿Cómo supiste que Milo era el amor de tu vida? Eran los mejores amigos, ¿Cómo llevaron su relación hasta ese punto, el del amor?- Dijo Afrodita acomodándose quedando de espaldas al respaldo de la cama, semi acostado; al parecer no estaba tan enfermo como afirmaba. Al escuchar la pregunta, el acuariano sólo se quedó observando al frente, pensativo, recordando, esbozando una ligera sonrisa y respondiendo un simple -No lo sé- que provocó en el doceavo caballero una sonrisa en complicidad por lo que acababa de ver, comprendiendo que no necesitaba las palabras de su amigo para ver la respuesta, por que sus facciones lo decían todo.

Dulce... o SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora