Él posó su mano derecha en la mejilla de ella y comenzó a acariciarla suavemente, en sus labios asomó una sonrisa sincera, cálida, una sonrisa de esas que te hacen pensar que el mundo está bien. Ella no podía parar de mirar sus preciosos ojos negros, sólo él conseguía que se perdiera en ellos sin poder pensar en nada más. Poco a poco él se fue aproximando a ella y muy lentamente acercó sus labios a los de ella. Era un beso dulce, tierno, sin prisa. No tenían ninguna, ya no. El tiempo se paró para los dos. No existía nadie más, ni el murmullo de la calle, ni el sonido de un coche lejano, ni siquiera el piar de un pájaro. Lo único que podían oír era el sonido de sus respiraciones.
No sabían si pasaron horas, minutos o segundos así, para ellos el tiempo sólo eran números, nada más importaba en ese momento, que la sola presencia de ellos dos.
Entonces, ella se separó de él y no dejo de mirarle.
-Gracias por hacerme feliz, por hacerme creer de nuevo en el amor - dijo en un tono pausado - sabes que nunca creí en nada de esto, pero tú cambiaste eso, hiciste que creyese en mí y que volviera a soñar, tú no lo sabías todavía pero con tu voz y tu música me hiciste otra persona.
Él sin saber qué decir sólo era capaz de mirarla y sonreír.
- Tal vez, no seas consciente pero desde el momento que empecé a saber de ti, comprendí que eramos muy similares - agachó la cabeza y se miró las manos nerviosa - yo era fan de todos pero gracias a vuestros directos, vuestras giras y todo lo que se podía ver de vosotros me fijé en ti y empecé a sentir algo especial. Sé que era una locura porque ni siquiera nos conocíamos realmente, pero a veces simplemente lo sabes.
Entonces él, se acercó a ella y posando un dedo en su barbilla hizo que ella le mirase.
- Yo tampoco sabía que esto pasaría, he vivido ocho años de mi vida con un grupo de seis chicos que aunque son como mi familia, había olvidado lo que era querer a alguien más - cogiéndola de las dos manos con firmeza, la miró fijamente - Siempre he tratado de ser el positivo del grupo, incluso me encantaba presumir de mi físico, aunque en el fondo soy una persona bastante insegura. Hemos estado de gira demasiado tiempo. Entonces, te conocí en aquella visita a París y todo cambió también para mí. Tú me hablaste de lo mucho que me admirabas, de lo que mi sonrisa te hacía sentir, incluso te reías de esos chistes malos que tanto me gustan contar, que cuando te ibas a dormir lo único que conseguía hacerte conciliar el sueño era mi voz.
Entonces ella le rodeó con sus brazos en un fuerte pero tierno abrazo, de nuevo volvió el silencio y él con cierto cuidado, posó sus manos en la cintura de ella. No estaba acostumbrado al contacto físico ya que en su cultura eso queda relegado a personas muy cercanas, ni siquiera son dados a hacerlo en público, pero con ella era diferente. Con ella sentía que podía ser todo lo que no había sido hasta ahora. Sentía que por fin podía volar, que ella sería sus alas.
- Nan neoreul saranghae, Laura - dijo él en un tono muy tierno y sincero.
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¡Hola a todos! Sí, esto es algo inesperado y que sinceramente no tenía ni preparado, pero tenía ganas de escribir algo diferente y de paso sobre Jin. Las que me conocen saben lo mucho que me gusta, lo orgullosa que me siento de todo lo que consigue y lo mucho que ha mejorado tanto vocalmente como en el baile. Siento cierta conexión con él, me encanta su humor, su forma de pensar, es el tipo de chico que encaja conmigo porque sé que no me puedo aburrir jamás estando con él y de hecho, a veces me asusta lo similar que es a mi novio. A veces hasta yo bromeo con que son la misma persona jajajaja
Espero que os guste la sorpresa <3
¡Gracias por leer!
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Príncipe
FanfictionNo sabía que él sería su alma gemela, ni siquiera creía en esas bobadas del romanticismo, pero cuando le conoció a él, vio el mundo de otra forma.