Naomi es una adolescente de unos 16 años, vive con su padre en un gran edificio situado al norte de Madrid.
-¡Papa!
-Que pasa Naomi
-¿Puedo ir a la plaza con Xavier y Sabina?
-Otra vez…
-Si…estamos en verano, porfa papi
-Vale
Naomi siempre quería ir a la plaza con sus mejores amigos Xavier y Sabina.
La chica los llamo, pero solo Xavier pudo ir, ya que Sabina no contestaba.
-Hola Naomi
-¿Qué tal?
-Muy bien
Se sentaron en un banco y sintieron una extraña sensación de repente Xavier preguntó:
-¿Dónde esta Sabina?
-No ha podido venir, no me ha dicho porque
Respondió Naomi evitando otra pregunta. De repente se acercó un extraño y les dijo:
-Buenos días jovenzuelos debéis tener mucho cuidado últimamente pasan cosas muy muy raras por aquí.
Los dos amigos decidieron volver a sus casas. Naomi entró a su casa:
-¡Papa¡ Hola ya estoy aquí……Hay alguien.
La chica llamo a su padre, pero el contestador del teléfono decía que este número no existía Naomi decidió llamar a Xavier:
-Hola…hola…¡¡¡hola!!!
Su amigo tampoco le respondía, intentó hablar con Sabina pero no estaba disponible.
La joven pensaba que todo el mundo estaba enfadado con ella, no sabía lo que había hecho mal. Decidió salir a la calle pero no había nadie en la calle, estaba todo vacío con un raro olor y un extraño viento. Naomi sentía que el viento se metía por su piel:
-¡Sabina!
-¡Papa!
-¡Xavier!
-Hola ¿alguien me esta escuchando?
La joven recorrió las calles de la ciudad y por un instante creyó haber oído la voz de Sabina.
-¡Sabina!
-¡Naomi!
Dijo una voz , de repente Sabina vio a su amiga las dos chicas se abrazaron.
-Te he estado buscando.
-Y yo
-No encuentro a mis padres.
-Yo no se donde está mi padre.
-He recorrido media ciudad y no he visto a nadie
-Yo la he recorrido entera y no hay nadie solo tú.
-Me estoy helando.
Dijo Sabina.
-Podemos ir a mi casa y comemos algo tranquilamente.
-Me parece bien pero deberíamos estar alerta.
-Sabes Sabina creo que estamos solas en le mundo debemos poner en telediario para ver si hay alguien más e la tierra.
Naomi y Sabina encendieron la tele pero solo se veían unas extrañas rayas de colores.
-Venga Sabina debemos comer algo calentito.