Todo sucedió en medio de la aburrida clases de matemáticas. Seokjin mordía la punta de su lápiz en un intento fallido de resolver las actividades que la profesora había dejado minutos antes; mientras que yo dibujaba en mi mesa pequeños garabatos sin sentido alguno. Realmente creí que sería un simple día de clases, normal y común; hasta que comencé a sentir esos fuertes y jodidos mareos, junto a unas horribles ganas de vomitar y un severo dolor de cabeza.
Intente pedirle ayuda a mi amigo, tirando de su brazo en un débil intento de llamar su atención; Jin giró su cabeza mirándome con preocupación al notar que comenzaba a sudar y tenía leves espamos que se expandían por todo mi cuerpo
—Jungkookie, ¿te sientes bien? ¿qué tienes?— me susurró Seokjin al oido acariciando mi cabello con una paternal preocupación
—Yo... siento que voy a morir— le respondí, tal vez estaba exagerado un poco mi situación aunque a cada segundo que pasaba sentia mi cuerpo pesarme más —Creo que voy a vomitar
—Te advertí que no desayunaras comida chatarra— dijó reprochandome. Estúpido Seokjin, me hace sentir como un niño pequeño —Vén, levantate. Le pediremos permiso a la profesora para poder ir al baño. Tal vez si lavas tu rostro te sentiras mejor. Además no quiero que vomites en clases, arruinarías tu escasa reputación —lo mire con el ceño fruncido por su comentario aunque muy a mi pesar tenía razón.
Mi amigo pasó mi brazo por su cuello y pasó su mano alrededor de mi cintura para que pudiera sostenerme de su cuerpo, ya que no podía siquiera mantenerme de pie por mi mísmo. Cuando estuvimos cerca de la proferosa Jin habló con ella y al notar mi estado no dudó en permitirnos salir de su clase
—Y díme ¿Cómo te sientes exactamente?— habló mi amigo mientras me llevaba prácticamente a rastas al baño
—Jin... Mis piernas duelen... Y no puedo respirar bien— mi pecho dolía, sentía que el aire no llegaba a mis pulmones y me costaba demasiado hablar. Comencé a sudar excesivamente y mi entrepierna comenzaba a doler —Me duele Jin... Aquí... Siento demasiado húmedo— al parecer Jin entendió mis leves susurros y palabras entrecortadas. Se vió bastante sorprendido cuando apunté con vergüenza mi miembro, que se encontraba semi erecto y dolía como el infierno en ese momento
—Esto es malo— murmuró con sorpresa —Jungkook, creo que es tu celo— no podía ser cierto, tenía que ser una mala broma de mi cuerpo —Apresúrate hay que llegar al baño antes de que tu aroma comience a esparcirse por medio instituto— Con la poca fuerza que Seokjin tenía, logró llevarme al baño y cerrar la puerta detrás de el —Tranquilo, prometo que resolveremos esto... Bueno, eso espero— oí como murmuró lo último, logrando que me preocupara aún más por mi situación actual —Escuchá, te quedaras aquí hasta que traiga mis supresores del salón de clases. No salgas por nada del mundo, Kook
Y Antes de dejarme responderle ya se había ido; dejándome solo en el baño de chicos, con una erección dolorosa y con mi pantalon húmedo por el lubricante natural de mi cuerpo.
En ese momento necesitaba calmarme, lo último que quería era que un alfa sintiera mi aroma y viniera por mi, con la intención de querer llenarme de sus hijos.Comencé a oír unos apresurados pasos venir hacia el baño, sabia que no era Jin, no podría haber vuelto tan rápido.
Por simple instinto entre a uno de los cubículos, cerrandolo con seguro. Segundos después oí la puerta principal ser abierta con fuerza. Cubrí mi boca en un torpe intento de evitar que se escuchara mi agitada respiración, pero al parecer no sirvió de nada, mi aroma era lo suficientemente fuerte para que cualquier alfa supiera que estaba allí—¿Omega?— murmuró la cálida voz de Namjoon —Se que estas aquí
—¿Namjoonie hyung?
—¿Jungkook? Ese aroma... ¿eres tu?— no entendia por qué su voz se escuchaba jodidamente sexy en ese momento, mis piernas tamblaron con tan solo oírlo
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El Celo de Jungkook
FanfictionNamjoon, mi caliente y sexy amigo, era un alfa. Hoseok, el chico débil y jodidamente dominante que apenas conocia, era un alfa. El extraño joven de linda y coqueta sonrisa, era un alfa. El rubio muchacho, bajito y de preciosas mejillas, era un al...