Capitulo sexto... Decisiones... ¿Acertadas?

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Lo último que recuerdo fue el sentimiento de que alguien me levantara del suelo yo aun sin poder ver ni abrir mis ojos conmocionada por la situación y todo fue por mi ambición tan solamente debía quedarme esperando a Juan pero el deseo de tener siempre un poco más, más dinero, mejor casa, mejor calidad de vida, siempre te impulsa de a poco a hacer cosas impensadas, hace unas semanas que arranque con todo esto de ser una ladrona, jamás sentí lo que es un golpe en mi cuerpo, mis padres me educaron para saber que lo ganado con esfuerzo de un trabajo bien hecho siempre tiene un gusto distinto, cuando transpiras por ese centavo, por ese billete, el dinero tiene otro gusto, uno especial, pero allí me tenía la sociedad de una manera tan presionada que a pesar de todas las enseñanzas que pudiesen darme mi camino ya estaba marcado, sin terminar el primario apenas sabiendo escribir y cuando el hambre ataca no hay pensamiento moral que le pueda hacer frente.

Desperté con el sentimiento abrupto de la necesidad de defensa, me levante de un salto con la mejor guardia que pude pensar en aquel momento, pero para mi sorpresa el día ya se había acabado, me encontraba en lo que sería el patio trasero de una casa que no conozco allí fue que mi cabeza comenzó a imaginar las peores cosas, que tal si me llevaron allí para ejecutarme como tantos querían hacerlo, tal vez me llevo el guardaespaldas de la señora que intente asaltar, tal vez alguien se aprovechó de la situación que estuve viviendo y al verme inconsciente tan solamente debía levantarme, ponerme en su auto, llevarme a su casa y hasta incluso violarme si así lo quisiera él/ella. Pensamientos que pasan cuando alguien se asusta, pasaron alrededor de unos diez o quince minutos en los que me imaginaba escenarios de los cuales aprovecharme para salir de allí pero entonces vi una cara conocida, allí fue que mis pensamientos dejaron de hacer eco en mí.

Aquella cara conocida no era nada más que Jorge quien me recibía con un vaso de agua con azúcar para pasar el mal rato.

- ¿Qué tal estas? Vi que estabas en apuros cuando te recogí para traerte aquí pero si te molesto que lo hiciera te puedes ir en este instante si así lo deseas. Dijo con una voz bastante intimidante.

-En realidad te agradezco el gesto que tuviste hoy conmigo después de lo mal que te tratamos con Juan, de verdad lo siento mucho no sé qué me hubiese pasado si no llegabas en ese entonces, caí rendida ante tal situación no esperaba que tanta gente reaccionara y además de esa manera. Por cierto ¿Dónde estamos?

-Estas en el pequeño patio de mi casa, apenas pude dejarte aquí lo siento mucho por no haberte dejado en un lugar más cómodo, ya que tengo entendido que ahora tienen una vida de lujos tú y Juan.

En ese instante nos morimos en un silencio abrumador que destapa cualquier defecto de una persona, tal vez fueron unos cuantos segundos pero el silencio te hace ver que tan mal estas actuando, que tan mal pensaste de una persona cuando no tenía otra salida más, porque a nosotros nos pasó lo mismo que le paso a él en aquel entonces, cegados por la ambición del deseo de tener cada vez más cosas me llevo a esto, a el su deseo de no dejar de tener un plato de comida y un techo cada día.

Allí comenzó a contarme que hace poco se fue de aquel lugar donde todos nos conocimos, donde cada uno se crio de diferente manera a pesar de todo, comenzó a trabajar con un amable señor mayor que necesitaba una persona joven y con energía, vio sus ganas de progreso trabajando bajo el sol una tarde de verano, decidió acercarse sin prejuicio alguno, le ofreció trabajo y un techo momentáneo, sigue trabajando allí, se pagó su propio departamento un poco pequeño pero bastante acogedor, consiguió la vida que nosotros tanto deseamos pero no pudimos alcanzar. Me despedí de Jorge para ir a calmar la angustia que debe tener Juan al haber desaparecido por tanto tiempo, en el camino a casa de nuevo fui recapacitando de si de verdad fue la mejor elección la que hicimos con Juan a pesar de que nos salvó de varios días de hambre, fatiga, estrés, ambos sabemos que no es la manera más digna de conseguir dinero. Pensaba en intentar una vez más, en cambiar nuestra forma de vida, pero en el trayecto a casa la realidad me golpeo en la cara una vez más, pasar por tantos barrios de tan pocos ingresos te hace ver que para llevar una vida como la que goza Jorge te debe suceder un golpe de suerte, un destello divino, después de todo nosotros lo intentamos más de una vez pero sin poder conseguir lo que tanto deseamos, después de todo quien no desea tener una vida digna en la cual nadie te cuestione tus métodos, ni tu forma de ingreso de dinero, pero al fin y al cabo aun lo tengo a Juan que a pesar de todo me apoya y con esta vida al menos sabemos que comida en nuestra mesa nunca falta, que gente llevando una vida agitada pensando en sus trabajos o en cuando saldrán de vacaciones lo suficientemente distraídos para que venga alguien como nosotros para aprovechar esas situaciones nunca faltan, hoy tuve mala suerte pero creo que la mejor decisión que puedo llegar a tomar es seguir con la vida que tanto me está costando mantener, ya pase por el hambre, por los golpes de la vida, la incertidumbre de no saber lo que te depara el futuro, ya no me voy a poner a intentar algo de lo que ya me resigne hace tiempo. LADRONA NO SOY POR GUSTO, LO SOY POR NECESIDAD.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2018 ⏰

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