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Desperté por la luz que yacía quemando mi rostro, me moví incomoda en mi lugar intentando buscar un mejor lugar para continuar con mi siesta pero me fue imposible.

Al darme cuenta de que ya no podría continuar durmiendo me senté en la cama dispuesta a ponerme de pie e ir a por algo de comer. Hoy no tenia ganas de nada, ni de levantarme, ni de ir a la oficina, nisiquiera de comer. Tome mi teléfono y vi la hora 11:07 am.

Tal vez Ithan tiene razón en lo que dijo, tal vez solo exagero, tal vez simplemente tengo miedo por la historia que tiene Justin con Clara..
Él no tiene la culpa de mis inseguridades o tal vez si...

Luego de debatirme un rato, decidí tomar una ducha, e ir a visitar a Justin a su trabajo, y tal vez con un poco de suerte, salgamos a comer.

....

Conduje un rato por las calles de la ciudad, dedicándome a observar cada detalle, no tenia prisas así que tenia tiempo.

Al llegar estacioné frente al gran edificio y me adentre en las instalaciones.

-Buenos días Sra.Dugerman ..-soltó la secretaria de Justin junto a una sonrisa bastante falsa una vez que llegue a su escritorio.

-Scarlett, te he dicho que puedes decirme Sam. -la corregí.- ¿Como estas?

-Muy bien, gracias.

-Que bueno. Oye..¿Esta Justin?

Vi como se tensó al escuchar mi pregunta y trago duro.

-Enm... No, salió a comer con unos soci....

-Sam!!- una voz la interrumpió y ambas dirigimos la mirada hacia donde se escuchaba él ruido.

-Ryan..- con una feliz sonrisa nos fundimos en un abrazo.

-¿Como estas? ¿Vienes a ver a Justin?

-Bien. Pues si, pero no está así que cre...

-¿Como que no? Si recién acabo de salir de su oficina. Fui por unos pape..- desvió la vista hacia Scarlett y aclaró su garganta. Ambos están muy raros, están nerviosos y tensos.- Fui por unos papeles pero recordé que me dijo tener una reunión. ¿Que te parece si los dejo en mi escritorio, y vamos a comer? Si? Ahora vuelvo.

Sin mas se adentró en la oficina. Ni siquiera espero mi respuesta.
Decidí sentarme a esperar, y mientras lo hacia me dedique a atender algunas llamadas de la empresa, re-agendar algunas  reuniones con ayuda de Louis, y así.. Pero ya habían pasado 10 minutos, recién acababa de recibir una llamada de emergencia del trabajo y no podía esperar, además Ryan ya se estaba tardando como para haber entrado solo a dejar unos papeles. Scarlett, había ido a llevar unos papeles a no se donde, así que me limite a seguir él camino que ya conocía de memoria hacia la oficina de... Justin.

Al abrir la puerta no vi a nadie, me adentré un poco y efectivamente la habitación estaba vacía. Iba a dar media vuelta y a salir de allí camino a la recepción nuevamente pero justo cuando iba a cerrar la puerta detrás de mí, sentí una especie de apretón en él pecho, como un mal presentimiento.

Pero una vez mas decidí ignorarlo y dedicarme a seguir mi camino.

Al llegar junto al escritorio de Scarlett, quien ya se encontraba en su puesto tecleando sin parar en su computador. Y Ryan miraba su teléfono mientras golpeaba una y otra vez él suelo con su talón ansiosamente.

-Ahí estas!- se dirigió hacia mi. -¿Nos vamos?- lo noté nervioso pero tal vez solo era impresión mía.

-Si.- dije al tiempo que asentía y nos dirigimos al ascensor.

.........

-¿En serio estas bien?- preguntó sentándose junto a mi. - Creo que deberíamos ir al hospital.

-Estoy bien. Es solo un mareo, veras que en menos de dos segundos se me pasa. - Hablé con dificultad.

-¿Quieres agua? O tal vez una aspirina, o algo de azúcar. Hay una farmacia aquí cerca, iré en...-empezó a hablar muy rápido y lo interrumpí.

-Ryan. Estoy bien. ¿Ves?- me puse de pié con mi mejor postura para tranquilizarlo. -Ya podemos irnos.

Di un paso al frente y él se limitó a asentir inseguro pero solo me hizo tomar su brazo por si acaso.

......

Luego del almuerzo con Ryan, y de mi intento fallido por hablar con Justin, rendida decidí que hablaríamos en la noche. Y como las niñas hoy pasarían él día con Melissa, decidí ir a visitar a Peyton. Habíamos quedado en encontrarnos en una pequeña plaza cerca del centro, debía comprar algunas cosas y opte por acompañarla.

-¿Y... Que tal la vida de casada?- pregunté en un intento desesperado por encontrar algún tema de conversación.

Vi como su mirada se apagó drásticamente, y se perdió en sus pensamientos escasos segundos, pero lo suficiente para preocuparme.

- Bien. Estamos bien.-hizo una sonrisa fingida.

Iba a preguntar que pasaba, ya que era obvio que algo sucedía pero era notorio que él tema le afectaba basta te y no quería indagar sobre él, así que solo asentí y continúe caminando.

Llanto del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora