Mi historia
No diré que la historia de mi vida es mejor o peor que la de otras personas, simplemente es...
Mía...
Esta vez quiero contar todo lo que eh guardado durante 17 años, todo lo que me cuesta decir, lo que me ha lastimado, lo que me ha hecho ser una mejor o peor persona en muchos casos.
No voy a negar que mi infancia fue...
Perfecta
Mis padres hacían todo por verme feliz y me daban su amor. Eso fue lo que la volvió "perfecta". No recuerdo detalles de mi etapa en preescolar. Sin embargo, mi madre siempre me recuerda que el primer día de clases yo estaba tan emocionada por entrar y hacer amigos, incluso menciona que olvide despedirme de ella. Al estar dentro de mi "nueva escuela" solo giré, la miré con brillo en mí mirar y sonreí. Fui de las primeras en estar en el patio así que podía ver a la perfección como mis compañeros entraban llorando o se aferraban a las ropas de sus madres, no podía entender por qué lloraban. "Este lugar es lindo y tiene juegos, ¿Por qué lloran?" -pensé-
Pero eso no me impidió acercarme y pronunciar: "Todo estará bien, no te preocupes". Aunque ahora que lo pienso con mayor detenimiento, lo que en realidad quería decir era algo similar a: "Tu mamá no te va a abandonar aquí, tú tranquilo". En ese mismo día conocí a mi primera "Mejor amiga" Alejandra, no estoy segura de quien fue la que habló primero pero sin planearlo nos volvimos inseparables en ese entonces. Ella fue de las pocas personas que me aceptó tal y como soy y por ello la recuerdo con cariño.
Cabe aclarar que desde que nací tengo un problema de sobre peso. Siempre que acudo a un doctor o a un nutriólogo lo único que escucho es: "Esta pasada de peso" "Es muy pequeña para pesar tanto" "Reduzca la comida". Jamás me importó lo que las personas pensaran de mí, en cómo me veía, simplemente era yo y así era feliz. En ese tiempo recuerdo que Max, un niño que comenzó a molestarme, se creía superior a todos, era el "típico niño" rebelde y travieso al que nadie podía contener, quizá comenzó a molestarme solo porque era "diferente" a él, diferente a todas las niñas, yo era GORDA. Llegó a tal punto de darme una patada en los genitales y ese fue el final, para él. No sé qué ocurrió pero un día después de lo ocurrido se disculpó conmigo y jamás volvió a molestarme, ¿Que será de ti, querido Max?
Los días divertidos volvieron de la noche a la mañana, literalmente. Con el pasar del tiempo fui conociendo a más niños, unos más buenos que otros pero debía de acostumbrarme, así sería siempre.
Me dolió despedirme de mis amigos, creí que entrando a la primaria no volvería a verlos nunca más; el peor miedo de una niña estaba por hacerse realidad.
Recuerdo lo extraño que fue mi primer día; a esas alturas en mi opinión, era muy raro ver a un niño llorar por su mamá, pero sorprendentemente ocurrió.
Me consideraba amigable, no desperdiciaría una oportunidad para hacer nuevos amigos. Como caídas del cielo y ante mis plegarias infantiles de no quedarme sola, dos niñas; Lizeth y Guadalupe comenzaron a hablarme. El tiempo fue pasando y las cosas se complicaron. No era mi intención separar a las dos niñas pero sin desearlo fue justo lo que hice, Lizeth comenzó a juntarse más tiempo conmigo dejando a Guadalupe de lado, al principio no me había percatado de lo que había ocurrido pero todo era extraño. Decidí no darle mucha importancia, era una niña que no sabía el daño que causaba.
Nuevamente volvemos a los problemas sobre mi peso. ¡Pero qué novedad! ¿no? En este momento no recuerdo el nombre del niño que comenzó a molestarme, aunque si soy sincera me daba igual si me decía: "Gorda" o "Ballena", pero una cosa era meterse conmigo y otra muy diferente meterse con mi familia. Desde que tengo memoria he tenido ese sentido de "justicia", si vas a hablar mal de una persona menciónalo en su cara o mejor guárdatelo. El primer y único día en el que se metió con mi familia salió lastimado y humillado.
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(IM)PERFECTA
Short StoryEsta vez, déjame contarte una pequeña historia. Una que guarde durante 17 años, quizá te sientas identificado. Por favor, quédate.