Al final...

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El paso del tiempo me demostró que la única forma de ser feliz es cuando ese órgano vital palpita acelerado al mirar tus ojos, mientras le dices que has pensado que es la mujer que necesitas en cada estación del año; para el otoño una sonrisa al escribir la canción para las próximas citas, el invierno...simple para calentarme junto a tus brazos y platicar de ese futuro donde seguramente brillaras como la nieve al salir el sol, el verano con su muy variada sensación de libertad con la felicidad de pequeños al correr como unos duendecillos todo el día y para la primavera, de verdad te necesito...eres mi flor eterna que jamás marchitara mientras yo esté aquí.

Buscando un lugar donde caer para ya nunca volver a levantarme, te encontré. Con multitudes de personas a las afueras de la cuidad disfrutando de la caída de las estrellas...tú estabas allí mirándome.

"Eras esa estrella que se perdió y que por ese que llaman destino la arritmia comenzó".

Dicen que es una maravilla cuando la mitad se una con su otra mitad. Un mundo entero se crea a través de una sencilla unión, lugares, plazas, centros comerciales, etc...todo tiene otro sentido si esa persona te acompaña.

"¿Te quieres casar conmigo?, ¿Sabes cuánto te quiero?..."

Cuando repites estas mismas palabras la voz se distorsiona por unos momentos, un miedo latente y la más extraña mirada que jamás le habías puesto a ninguna otra persona.

Simple...eres algo más que un individuo, eres la cordura dentro de un mundo de locura y para ser exacto sueño con algún día volver a verte. Atenuar las marcas en mis ojos de tanta melancolía y de miles de metas sin cumplir...

Que va si te dije que esa noche, en ese preciso instante, tú formarías parte de la razón de mi existencia. Lloraste cuando te propuse que te adentraras un poco más a mi mundo porque yo me encontraba muy agradecido porque me diste un nuevo pincel para trazar caminos que era probable que unieran nuestras vidas.

"Julia y Pablo", por fin la dicha que provoca ese sentimiento me colmaba de una pura gratitud con esa maravilla que vestía de blanco y sonreía como un verdadero ángel. Fue un día para recordar, eso tenlo por seguro. Tus ojos y una botella de champaña...no existe una mejor combinación para mí.

Y llegar a lo que sería nuestro hogar...ese sueño cada vez se empezaba a ser realidad y no tenía intención de parar la Juli-aritmia.

Ahora no sentía nada que no fuera felicidad junto con esas ganas enormes de besarte y pasear por la cuidad de tu mano.

Julia, tienes la magia de aquella mujer de Shakespeare y tal vez me hagas alucinar tanto como el Quijote...tenía tanto en mente con cada despertar.

Los días suelen tener ese aroma de perfume de orquídeas y los mensajes de texto eran preocupaciones en vano pues al llegar a casa esperabas con el rostro igual de dulce que el de mamá, cuando llegaba de la escuela.

Siento que poco a poco pierdo algo...no sé lo que sea pero me aterroriza. Dolores en mi cabeza e intentos inútiles para evitar tambaleo en mis dedos. No temía por esto, temía a que era probable que el saqueador de memorias que a aquel alemán descubrió estuviera esperando su entrada triunfal.

Me mantenía despierto, veía tu cara al dormir y pensaba que otra persona te lleva de la mano. Ambos se encaminaban hasta la cima de un peñasco y después una nube gris emanaba de sus manos. Meneando la cabeza quitaba ese mal de entre mis cosas que guarda este maldito cerebro.

Han pasado un par de meses...estoy muriendo lenta y dolorosamente. Salí de casa solo para empezar con el punto final de las cosas vividas junto a ti. El reloj de mi mano parecía ir más lento de lo normal, la crítica del alrededor retumbaba en mi cabeza provocando el derrumbe de miles de metas.

Julia parece hablar con un doctor. Mueve sus manos con preocupación mientras el doctor la consuela con un toque en sus hombros, Julia llora recargándose en la pared...quisiera...quisiera abrazarla eternamente.

Apenas puedo abrir los parpados pero mi respiración me impide seguir con la Juliarritmia, se empiezan a escuchar lloriqueos... ¿Julia esta triste? Pensaba.

Al verla entrar a la habitación rebobiné aquel sueño donde me decían que amar te garantizaba que "sufrir" tendría nombre y apellido, en definitiva ser un fantasma no era algo que deseeara.

Ella se acercó, tomo mi mano y casi no la sentía...los tambaleos comenzaron al tiempo que besa mi frente susurrando "No sabes cuánto te extrañare...no quiero que te marches".

Las lágrimas en sus ojos se derramaron sobre mis mejillas cuando la bata blanca aparecia con un utensilio en su mano.

Era un adiós...o tal vez...

¿La Juli-arritmia termino?...

¿Y si fuese eterno?. #bba2020Where stories live. Discover now