Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.

T2. Episodio 2, parte 3

4 años antes...
Una llovizna caía en Londres. Una figura observaba al 221B de Baker Street. Su campera gris cubría su rostro.
Por la ventana se asomaba una Rosie de nueve años.
-Er..papá... Hay alguien mirándonos-John se levantó rápidamente y se fijó.
- Si, tiene razón.
-No se preocupen. Hace varias noches que nos observa. -Dijo Sherlock tranquilamente-Tal vez quiera un autógrafo.
-Vamos, Rosie. A la cama-La pequeña obedeció dando una última mirada. 
Sherlock nunca le había prestado atención y menos ahora.
Abajo, la figura encapuchada miró la hora y se retiro corriendo. Atravesó casi todo Londres, un poco caminando, un poco corriendo. Dobló en una esquina para arribar en una cuadra algo oscura. Cruzó la reja de la entrada, subió los escalones y abrió la puerta lentamente.
-Te lo dije mil veces-Oyó una voz por detrás-Tenes permitido salir de día, no de noche y haces lo contrario.-Una Amelie de diez años se da vuelta para enfrentar su castigo.-Tenes suerte de que Milo me avisara.
-Lo voy a matar.
Subió las escaleras al cuarto. Se sentó en su cama, la cuál rechinó y se sacó los zapatos. Jeremy se sentó a su lado.
-Por lo que veo no le pediste una foto.- Comentó el chico risueño.
-No tengo telefono ni cámara. De igual manera, nunca se lo pediría. Está ahí con su familia. Yo no podría interrumpirlo.
- ¿Él y el doctor Watson son esposos?
-Si claro,Jeremy. Sigue alucinado.- Él se rió pero Amelie no, ella nunca reía.
De repente, Lucy,la hermana pequeña de Jeremy apareció y se tiró encima de Amelie.
-¡Lielie!(Lili) Te traigo los papeles que deja el Señor Elegante- Y extendió una mano con hojas impresas del blog de John Watson.
-Gracias, Lucy. Voy a leer uno antes de ir a dormir.
Y lo leyó. Leyó un caso sobre un niño secuestrado. Siempre creyó que esas historias eran geniales. Las apoyó en el suelo debajo de su cama, cerró los ojos e imaginó que se sentiría formar parte de una familia como la de Sherlock Holmes y el Dr. Watson.

Amelie no podía dormir.Eran como las cuatro de la mañana.  Abrió los ojos desesperada.  No podía creer lo que había leído. Lloró como siempre que está sola. Lloró porque creía que Mycroft le mintió toda su vida; Que su padre no lo era realmente; Que el enemigo y la hermana de Sherlock Holmes eran sus verdaderos padres. Trató de convencerse de que existía una prueba de ADN, pero fácilmente Mycroft lo arregló todo para que sea de Sherlock, como si no importara de cual sea mientras que sea de un Holmes. "Y claro, lo manda a cuidarme a Sherlock  porque él ni loco tiene a una niña a su cuidado".

Pero eso no era lo que sentía en ese momento. Al segundo que se despertó, vio la cara de James Moriarty pegada a su rostro. "Estas soñando, despertate".Sin embargo, parecía que, en parte, su mente quería seguir en el sueño.

- Pero que hermosa hija- Dijo aquel sueño de Moriarty mientras le acariciaba  la mejilla. Ella se lo quitó de encima. 

-No soy tu hija.

-No puedes estar segura.  Sabes, si estuviera vivo, yo te hubiera cuidado.

-Exacto. No lo estas

-Podríamos haber hecho grandes cosas con nuestro gran coeficiente intelectual.

-¡Basta! ¡No hables mas! No soy como vos, seas mi padre o no.- Se lastimó el brazo para despertarse otra vez. Pero volvía a ser un sueño, en el cual una mujer vestía de blanco con un pañuelo que le tapaba la cara del mismo color.

-Ven conmigo. Ven a vivir conmigo. La prisión no es tan mala como parece.-Eurus. Volvió a pellizcarse el hombro, esta vez casi saltando de la cama. Sudaba y respiraba entrecortadamente. 

Lo que sucedió a continuación, Amelie no pudo explicar si fue un sueño o no. Aparecieron Jeremy y Lucy. Parecían fantasmas. 

- Lielie, no te asustes- Comenzó Jeremy- Si querés saber si ella es tu verdadera madre, ve y pregúntaselo. - Lucy asentía con una sonrisa.