Mi cabeza y yo

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Desorientado, me encontraba merodeando por los pasillos del segundo piso de una casa antigua (barandales con decorados curvos, piso de losetas de diseños oleados, papel tapiz polvoriento color caqui) detras de mi se hayaban los barandales negros con detalles en forma de espirales, al avanzar un poco mas un mueble de madera rectangular, y con la parte superior roida por termitas, al parecer habia una sona iluminada que correspondia a la unica habitación que pude ver, y mas aya, sea en el piso de abajo, mas adelante o mas atras de dicha habitacion, pura oscuridad, con el miedo racional que representa la oscuridad para algunos ya que de ella proviene la simple sensación de estar solo y completamente abandonado, ,sentimiento que se manifiesta en gente sociable, o al igual que al apagar las luces para irte a dormir, cerrar cada entrada de luz a tu habitación y tener la sensación de serenidad es algo que se representa mas bien en personas solitarias, que viendolo por un lado mas tetrico es la manifestacion en tu mente de las cosas mas horrorosas que tu cerebro puede imaginar e incluso crear. Adentrandome iva yo por la habitacion de la que emanaba la iluminacion, al entrar, mi cuerpo se quedo inmobil, no mas que para temblar en un intento de salir corriendo, la imagen que observe en la habitacion mediana, en la que podrian dormir 2 niños, fue la de una mujer anciana muy delgada, con cabello alborotado completamente canoso, con la mirada histerica, boca abierta asimilando reir pero mas dando a entender que queria comerme, habia una cama en la esquina superior del lado izquierdo, y una gran ventana detras de la anciana, abierta y con un viento frio inquietante, dejaba entrar la luz del cielo repleta de nubes blancas, un sonido estresante de hojas proveniente de un arbol que extrañamente estaba marchito y negro aparentemente por haberse quemado alguna vez, observe a la mujer quien acariciaba con intensidad a un gato blanco de rayas grises que maullaba en sus brazos, cuando la anciana sostiene al gato de la barriga para levantarlo verticalmente hacia su boca abierta de manera sobrehumana para morder sobre el cuello del animal y arrancarle la cebeza por completo, y entre masticadas que por cierto eran con la boca abierta dejaba ver la sangre que ya hacía sobre su boca derramandose sobre su barbilla, sangre que por cierto era gris, dejandome pensativo, en porque hasta ahora me habia percatado de porque todo lo que habia visto era en blanco y negro.

Dias de truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora