"Salvación"

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-Freddie estarás disponible hoy?

-No princesa, tengo reunión con las chicas -acaso eso fue lo que escuché, reunión con las chicas?

-Freddie pero si hace mucho que no salimos.

-Excusame cariño, será para otra ocasión -decía mientras me daba un beso en la frente.

Invité a Freddie a salir por motivo de nuestro aniversario, sin embargo se olvidó de ello,  tenía reservada una cita en un elegante restaurante francés, esperaba que la comida francesa le encantará, luego para finalizar con nuestra hermosa noche la maravillosa apertura de la gran feria tecnológica.

Desde mis doce y sus trece años de edad hasta la actualidad (diecisiete y dieciocho) nunca se habría olvidado de una fecha tan especial como hoy, en cada aniversario me otorgaba una carta al junto de una cena en el mar o en algún restaurante, en tan sólo un año se ha convertido en un desconocido, quisiera saber el porqué de sus repentinos cambios, pero él insiste en que sólo está un poco exhausto de sus cotidianos quehaceres.

Mis padres John Williams y Hannah Nicols, famosos empresarios de Stattle, partirán mañana casa de mi abuela, ya que no tengo planes los acompañare, mi abuela vive en Cincinnati Ohio, su hogar se encuentra a treinta seis horas de aquí.

~Día siguiente~

-15 llamadas perdidas de Hanelis <8:00 am>

Mensajes de texto:

-Amor?
Enviado a las 8:10 am.

-Freddie ¿estás ahí?
Enviado a las 8:11 am.

-Sé que te encuentras exhausto pero solo quería decirte que no estaré en steattle por algunos días, iré a visitar a mi abuela, sabes que está enferma y no se encuentra nada bien.
Enviado a las 8:12 am.

-Disculpa por continuar escribiendo, solo quiero saber como te fue en la reunión.
Enviado a las 8:13 am.

-¿Por qué estás en línea y no respondes?
Enviado a las 8:14 am.

-Si te enojaste, pido disculpas.
Enviado a las 8:15 am.

-Ya saldré con mis padres, te amo!!
Enviado a las 8:16 am.

(*****)

Hanelis revisa su célular y Freddie nada de responder,  mensajes llegaban, ella anhelaba que fueran sus respuestas, pero al abrirlos su corazón se depcecionaba.

-¿Por qué no responde? -solo pensaba.

Treinta y seis horas de recorrido, treinta y seis horas de espera, nada de dormir, ningún mensaje de él..

Final del recorrido, aún ni un mensaje, minutos después llega a casa de su abuela, la cual los espera en la entrada.

Su amada abuela llamada Emilia de pequeña estatura, piel blanca, pelaje canoso y blanco, siempre con aquélla sonrisa que a todos alegraba, analizó en diminutos segundos el rostro de su preferida nieta.

Su nieta la abraza y la besa, se encontraba feliz con verla después de tanto tiempo, sin embargo por instantes su voz se quebraba.

-Sé que un libro te caería bien pequeña. -dice la abuela.

-Lástima que no pude empacar algunos. -responde Hanelis.

-Te puedo prestar unos cuántos, aunque mejor te recomendaría ir a la biblioteca.

Al escuchar las palabras de su abuela, los ojos de Hanelis se abrieron como platos y sin pensarlo dos veces, salió en busca de la biblioteca a la cual asistía cuando era niña.

-Hanelis:

Salí a leer un libro y en las calles de Ohio conocí un chico llamado Dean, me acompaño a la biblioteca ya que estaba algo pérdida y me contó que su vida no era del tanto buena yo también le hable de mi vida y de la relación uniforme que suelo llevar, me comento que no debería sufrir por un chico que no valía la pena a lo que le respondí diciendo:

-Él si vale la pena.

-Ahora no lo entiendes pero luego lo entenderás..

-No tengo nada que entender -dije mientras me levantaba del asiento y salía de la biblioteca, estaba molesta con Dean aunque en el fondo sentía que él tenía razón.

-¿A dónde vas?

-A casa de mi abuela.

-Pero si no sabes el camino..

-Lo encontraré.

-Te acompañaré.

-No!! -respondí aírada.

-Esta bien, respetare tu opinión. -dijo mientras se detenía.

Por ende no me detuve y seguí caminando, ya llegaba la noche y me encontraba en un lugar desconocido, no sabía que camino recorrer ni que calle cruzar, le pasé por el lado a unos chicos y se quedaron observándome, mis piernas empezaban a temblar y no tuve otra opción que salir corriendo hasta que me cuenta de que había entrado a un lugar sin salida y noté que aquéllos chicos me perseguían...

Los reflejos del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora