Capitulo 2: Ay de mi Llorona

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Al entrar el joven de la piel morena dedico una sonrisa al grupo de héroes que cabe de aclarar tanto como los chicos como su amado nipón y sus amigos genios, no sabe la doble vida de salvadores de la ciudad. El rubio originario británico saludando con entusiasmo al mexicano que tomaba en el asiento, quería aprovechar el tiempo tanto como el mexicano como los chicos siempre se sintieron como una familia que gracias a Miguel se quieren como familia, cambiando de tema la de tes canela volteaba de lado al lado al no divisar al chico genio de alborotadas cabelleras negras.

_ ¿Dónde está, Hiro?_ pregunto al ver de lado a lado al no divisar, ya que era el único grupo de personas que se juntaría ya que el genio como era de esperarse no era muy sociable al respecto de conocer y hacer amigos.

_ Esta con Kyle_ con desinterés informo la coreana volviendo a su proyecto para tener mejor velocidad con respecto en mejorarla para la amante de la adrenalina.

La de piel morena solo se limitó dar un suspiro pesado para soltar otros temas de conversación que no sea relacionadas con la mitad japonés y su novio de misma ascendencia que cabe de mencionar se han vuelto novios, claro que para el no era una grata sorpresa, pero tenía no le quedo más opción que resignarse.

Dejando de lado el lado amoroso no podía dejar de pensar los tormentos que tenía cada noche, que gracias que hace años que tuvo el suceso de que viajo al mundo donde los recuerdos se hacían inmortales gracias que traspaso la barrera que dividía entre el ala mayor y menor que en otras palabras el más allá y el mundo de vivos. Podía verlos sin problemas, tan bien como veía una persona en físico, pero también desde que la fue eso mundo que el únicamente era el único humano que podía salir y entrar. Pero lo que realmente lo que en verdad le atormentaba era el hecho de que escuchaba la voz de una mujer con un acento que no podía reconocer se le dificultaba el hablar de su idioma materna.

Ay de mí, Llorona, Llorona
Llorona, llévame al río
Ay de mí, Llorona, Llorona
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, Llorona
Porque me muero de frío.

Tápame con tu rebozo, Llorona Porque me muero de frío.

La voz se le hacia hermoso sele hacia un sentimiento de tranquilidad, claro que el problema no era como la cantaba si no lo que le consternaba el hecho de donde y cuando lo escucho esa tenía.

No sé qué tienen las flores, Llorona
Las flores del camposanto
No sé qué tienen las flores, Llorona
Las flores del camposanto
Que cuando las mueve el viento, Llorona
Parecen que están llorando
Que cuando las mueve el viento, Llorona
Parecen que están llorando

La melancolía le recorría a flor de piel, de vez en cuando la cantaba por que le daba paz, pero de manera inconsciente pensaba en esos eléctricos no podía dejar de pensar en eso. La tía del asiático le pedía que la ayudara, se despedía de manera cordial para ayudar en el que hacer de la cafetería ya que era un buen trabajador y era eficiente con respecto, entro para ponerse el mandil.

Ay de mí, Llorona, Llorona
Llorona de un campo lirio
Ay de mí, Llorona, Llorona
llorona de un campo lirio
Él que no sabe amores, Llorona
No sabe lo que es martirio
Él que no sabe de amores, Llorona
No sabe lo que es martirio.

En las últimas líneas resonó fuertemente en su cabeza de nuevo, quitando de eso es que, si era cierto el que no sabia de amor no sabia que era el martirio, pero ¿qué podía hacer? no podía dejar amar a ese desarreglado que no se preocupaba por su aspecto, ¿Qué porque lo decía?

Porque en este momento veía a su amado posar a sus labios con el mas alto que el, con el pesar en cima se fue para atender, ocultando todo a su pesar con una sonrisa para disponer hacer el empleado de un buen servicio.

Tarareando esa canción que de cierta forma le gustaba pensar ya que le acompañaba en todo malestar amoroso que le provocaba cabe de mencionar que le quitaba toda carga.

La luna es una mujer, Llorona
Y por eso el sol de España
La luna es una mujer, Llorona
Y por eso el sol de España
Anda que bebe los montes, Llorona
Porque la luna lo engaña
Anda que bebe los montes, Llorona
Porque la luna lo engaña.

Las letra como en las tonadas le arrullaban y la mandaban serios escalofríos por las oraciones que estaban llenas de agonía, otra vez la imagen de su amado queriendo a otro era lo que mas ocupaba en su campo de visión, un sobresalto de susto que gracias a su don estaba un ser familiar y querido le dio una grata sorpresa con una sonrisa cálida le recibió. 

Cempasúchil y LycorisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora