Anything Goes [Axl Rose Y Tú]

Capítulo 26

La ceremonia había terminado. Era muy extraño, ví como Erin caminaba junto a Axl por el altar, luego de lo que había pasado, como si nada, pero le decía cosas en voz baja, seguramente una seguidilla de insultos para él. Me siento estúpida. Siento que esto lo cause yo, y no me puedo sentir peor.

Ahora estaba en la recepción, ese lugar donde esta lleno de comida luego de la ceremonia. Algunos bailan, otros comen, otros hablan, otros hacen esas tres cosas juntas. Yo estaba con los chicos de la banda, hablando. Veía como Axl, en otra parte del lugar, estaba apoyado contra una puerta, hablando sobre ella, puedo suponer que del otro lado está Erin, quién no quiere verle la cara. Es lógico, yo tampoco querría si dijera el nombre de otra persona el día de nuestra boda. No el día de nuestra boda, sino cuando tiene que decir mi nombre.

Yo: Esto es mi culpa, chicos.

Izzy: ¿Que decís? No seas tonta, no hiciste nada.

Yo: Sí, vine acá.

Duff: Pero Axl te invitó. - se encogió de hombros. Imité su acción.

Yo: Pero vine, no debí haber venido. No está bien que una ex vaya a la boda de su actual, no puede salir nada bien de eso. Además, Axl me vió, me vió que estaba acá, por eso dijo mi nombre.

Steven: Eso y que creo que seguís rondando por su cabecita. - dijo haciendo un gesto raro. Lo miré con los ojos abiertos.

Yo: No interesa, de todas maneras, está casado ahora.

La recepción también fue normal. Pero todo esto sin los novios. Luego de hablar con los chicos, no me quedé más de cinco minutos allí. Sentía que era desubicado de mi parte estar ahí como si nada.

Iba caminando por las calles, y pensaba en el momento bochornoso que pasó Erin. Creo que me sentí mal por ella. No sé si la chica sabe que el nombre que dijo Axl es el mío, pero yo sí lo sabía. Eso me hacía sentir algo mal. Maldita empatía.

Seguí caminando y pensando, pero un rostro familiar me distrajo.

Axl estaba apoyado contra un poste de luz, que apenas podía iluminar la oscura calle en esa noche. Tenía junto a él una maleta, y el estaba fumando. No sabía si pasar de largo de el e ignorarlo o ir a hablarle. Justo cuando estaba pensando en eso, Axl giró la cabeza y me vió. Me puse algo nerviosa cuando me miró, no sabía qué hacer. Sonreí un poco, el me devolvió la sonrisa. Me acerque más a él para poder hablarle.

Axl: Hola.

Yo: ¿Cómo estás?.

Axl: Me siento estúpido. - dijo y lanzó una risita.

Yo: Somos dos. - hubo un leve silencio - Perdón. Nunca debí haber ido, fue mi culpa lo que pasó.

Axl: Esto no es tu culpa, Aria. - dijo negando con la cabeza - Es sola mía, yo me equivoqué.

Yo: Pero siento que dijiste mi nombre porque me viste.

Axl: Basta, no fue tu culpa. Ya quisiera que fuera tu culpa. - dijo riendo. Hubo otro leve silencio.

Yo: Y ahora, ¿que haces?.

Axl: Debería tomar un taxi para ir al aeropuerto para tomar un avión donde me llevaría a mi luna de miel. - lanzó una risa sarcástica - Dudo que venga.

Yo: ¿Por qué no vas solo si ella no viene? - me miró con los ojos abiertos - Sí, aunque todos piensen que no, está situación te debió dar mucho estrés. Deberías ir de todas formar, si ella no viene. - Axl se quedó pensativo.

Axl: ¿Y si vos me acompañas?. - lo miré con los ojos abiertos como platos.

Yo: ¿Qué?. No creo que sea una buena idea, Axl. Soy tu ex que apareció en tu boda y luego dijiste su nombre en el altar. - reí - No lo creo.

Axl: Es que necesitaría mucho de tu ayuda para estar bien de nuevo. - agachó la cabeza - Aunque tenés razón, es algo estúpido. - rió - Perdón, últimamente te pongo en muchas situaciones incómodas. - lo miré y puse mis manos en su cara, para levantar su mirada.

Yo: No, no digas eso. No me pones en situaciones incómodas. - ambos nos quedamos mirándonos unos largos segundos.

Yo seguía sosteniendo su perfecta cara entre mis manos, el miraba mis ojos serio, y luego mi boca. Eso me puso muy emocionada y a la vez incómoda. ¿Que estoy haciendo? No puedo evitar que esto me encante. Axl se acercó más a mi, puso una de sus manos en mi muslo, y comenzó a subir, haciendo que mi vestido se levantara, y puso su mano sobre mi cintura, haciendo que se vea mi ropa interior, pero no importaba ya que no había nadie viendo. Lo miré nerviosa.

Yo: Axl...

Axl: Debo decir que extraño mucho hacerte mía. - se acercó aún más apoyando su cuerpo con el mío, no sacó su mano sobre mi cuerpo - Extraño morderte el culo. - los pelos se me pusieron de punta, la piel de gallina. Quiero contestarle, pero basta Aria, está casado ahora.

Yo: No me hagas esto, Axl. Ahora estás casado.

Axl: No tiene nada de malo decir que extraño coger con vos. La pasábamos muy bien. - dijo acariciando mi cachete con su otra mano. Me deje llevar por la tentación y sonreí.

Axl dirigió su dedo hasta mi boca, acariciando mi labio inferior, yo comencé a chupar su dedo, mientras el me miraba con una sonrisa en su rostro y con la boca medio abierta. Le estaba gustando. Sacó su dedo de mi boca, ahora tenía sus dos manos acariciando mi cintura por debajo del vestido, Axl me acercó más a él. Nuestras bocas estaban a unos centímetros. Jugábamos un poco con nuestras narices que rozaban, cuando éramos novios siempre hacíamos eso. Ahí pude confirmar lo mucho que lo extrañaba.

Cuando estaba a punto de besarlo, Axl miró para un costado, y me lleve la sorpresa de mi vida. Mierda. Era Erin. Nos estaba mirando roja de la furia, Axl me soltó de inmediato.

Axl: Erin...

Erin: No quiero verte la puta cara nunca mas en mi vida, ¡Sos un maldito!, ¡Te odio!. - la chica se fue sin decir mas. Axl iba a ir detrás de ella, pero se dió cuenta de que era inútil, y solo le pegó una fuerte patada al poste de luz, que hizo que la luz temblara.

Yo: Axl, como lo siento... - el me interrumpió.

Axl: ¿¡Ves lo que causaste!? Maldita perra, ¡Quiero que te vayas de mi vista ahora mismo!

Yo: ¡No me digas así, idiota!, ¡Esto es toda tu culpa!

Axl: ¡No!, Es tan cual como dijiste. ¡Si no te hubiera visto no habría dicho tu puto nombre y ahora tampoco estaría con vos ahora!, ¡Perra!. - dijo mientas se iba, quién sabe adónde.

Yo: ¡Sos un idiota!. - dije mientras yo también me iba, en dirección a mi casa.

Encendí un cigarro, fumé un poco, solté el humo. Traté de evitar que se me escapen algunas lágrimas, pero fue imposible.