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Capitulo II

Tenía el celular en mis manos. Era un iPhone 4 de color blanco. Cuando abrí la caja quedé fuera de mí. La última vez que tuve un celular fue cuando tenía catorce años y había pasado un año sin uno porque me lo habían robado en el parque y mi padre no tenía dinero para comprarme otro.

-¡Gracias papá! O sea… Wow ¿Cómo…cómo lo conseguiste?- Dije examinando el celular.

-Eso no importa ahora. Ya, ve y disfrútalo.

-¡Gracias papi! ¡Gracias, gracias, gracias!- Dije abrazándolo fuertemente.

-De nada cariño.

Solté a papá, bajé la mirada al celular y miré a papá de nuevo. Le di un beso en la mejilla y corrí a mi habitación.

Me tiré en la cama y prendí el celular. Seguí las instrucciones y todo. Cuando estuvo programado, descargué Skype e hice mi primera llamada.

-Buongiorno.- Dijo Ellie al otro lado de la pantalla.

-Hola Ellie.

-¡Claire! ¿Cómo estás?

-Más que bien.

-Uh, eso es nuevo, ¿Qué clase de crimen cometiste ahora? ¿Robo? ¿Homicidio? ¿Quizás violación?

-¡¿Qué?! ¡No, claro que no!

-Por ahora.- Rodé los ojos.

-¿Podemos hablar en serio ahora?

-Sí, claro, pero después me tendrás que contar el delito que hiciste.

-Adivina.

-¿A quién dejaste embarazado, Claire?

-¡Ellie!

-¡Ok, ok! Emmm… ¿Te dieron un auto?

-Mejor que eso.

-¿Tienes un novio? ¿A quién engaño? Tú no podrías tener novio ni aunque drogaras a alguien. Aunque pensándolo mejor, ¿Quién quiere un chico cuando tienes un auto?

-O cuando tienes comida.

-O un auto repleto de comida.

-O un auto repleto de comida con Orlando Bloom conduciendo.

-Claire, no le pidas tanto a la vida, sabes que con suerte puedes conseguir el auto.

-Idiota.

-Es mi naturaleza.

-Ya, en serio, ¿No ves algo distinto?

-Sigues igual de fea.

-Ya, sin rodeos.

-Bueno, pues…Tu habitación se ve más pequeña y tu cara se ve más grande, eso significa que… ¡Oh por Dios, Claire! ¡Tu cabeza está creciendo y va a explotar al estilo Pinki Dinki Doo!

-Oh, ¿Tú no vas a madurar jamás, verdad?

-No creo.

-Sigo pensado que tus padres te volcaron de tu cuna cuando eras bebé.

-Bueno ya, vamos al punto, ¿Qué fue lo que le pasó a tu pantalla?

-Ya no usaré Skype desde el laptop.

-¿Por qué?

-¡Porque me regalaron un celular!- Dije emocionada.

-Espera, ¿Era eso lo que querías decirme?

-Sí.

-¿Tanto esfuerzo mental para eso? A la próxima dame noticias importantes.- Dijo con mala cara y colgó la llamada.