No me beses.

Zapatillas.

-Llegamos mamá.- Digo tirando las mochila en el piso de la sala.

-Oh, hola Lía, ¿cómo estás nena? ¿y tu madre?

-Estoy muy bien, ella también, le manda saludos.- La besa en la mejilla.

-Dile que igual cuando la veas, que nos tenemos que juntar. Oye maddie, vayan a lavarse las manos que ya está la comida.

*Corremos ambas al tocador agitadas*

-Amo a tu mamá.- Me dijo mientras me empuja.

-No jodas, siempre dices eso.- Le sonrío.

-También te amo a ti.- Sonríe y se me adelanta.

¿Por qué hace esto..? Me acelera el corazón, esas cosas no se hacen.
Seco mis manos y me largo a la cocina.

-No me dejes atrás, ¿yo qué te dije?- Me susurra mientras llegamos a la mesa.

Después de un largo rato de hablar en la mesa, desliza sus manos en mis piernas cuando mi madre va levantándose de la mesa, seguido me sonríe y se para dirigiéndose a mi habitación. Pues como soy estúpida le sigo hasta cerrar la puerta detrás de mí.

Se tumba en la cama. -¿Conoces a The script?

-De esos nada más sabes tú.-Le digo mientras me recuesto a su lado.

-Relájate niña, ahora te voy a dar a conocer.- Recoge los audífonos que posaban en la mesa de la esquina y me acerca a ella.

*Nothing - The script sonando*

Me toca el pecho y cierra los ojos. Empieza a mover su mano al sonido de la canción. Me pone el otro audífono y cierro los ojos. Seguido de eso se torna a mí, continúo con los ojos cerrados. Pone su mano en mi rostro mientras con la otra colorea figuras con sus dedos detrás de mi oreja.. Sigue la canción. Algo toca mi labio suave y bien guiado, no es su boca sino su mano, los dedos a los cuál puedo llamar milagro. Vagamente su cuerpo se posa en el mío, acostando su cabeza en mi pecho mientras yo me acomodo para poder respirar. Todavía con los ojos cerrados.. Me besa, sé que me besa porque no hay labios parecidos, no hay pecado que se cree dos veces, eso lo sé. Sigo inmovilizada, no la beso, acto seguido se sienta en mi estómago haciéndome abrir los ojos de la incomodidad. Los cierra con su mano, haciendo un sonido de negación. Me quita las zapatillas y las tira al rededor de la cama. Empieza a jugar con mi ropa, haciendo que mis ansias pasen a otro lugar que no es la mi mente. Suspira y vuelve a mis labios los cuales exigen no dar respuestas. Acaba la canción.