Can't stop it!

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Jaebum pasó prácticamente los 18 años de su vida creyendo que era asexual. Por supuesto primero investigó que se significaba eso: tener un interés nulo en las relaciones amorosas o sexualidad. Era la descripción perfecta para el mayor, hasta que conoció a Youngjae.

El rubio era un ratón de biblioteca, pero uno un tanto diferente. Con mejillas regordetas y naturalmente rojitas, unos lentes que, en lugar de hacerlo ver extraño, en realidad le favorecían bastante, y para rematar, una sonrisa hermosa. Youngjae era como un pastelito, un pastelito nerd.

Jaebum no era de fijarse en pastelitos nerds, ni siquiera en chicos, pero ahí se encontraba embobado mirando al menor quién leía un libro sin prestar atención a quienes le rodeaban. Cuando el rubio llevó un lápiz a su boca, Jaebum no dudó ni un minuto en sacar su celular y encender la cámara.

—Vamos... Enfoca...— el menor estaba muy lejos y la cámara no lograba hacer una toma perfecta.— Vamos...

—¡Im Jaebum!— el nombrado casi tira su celular hacia cualquier lugar debido al susto. Mark miró hacia el celular de su amigo que aún tenía la cámara encendida.— Vaya... Eso es lamentable.

—Cállate Mark.

—¿Por qué no vas y le hablas? No parece una persona capaz de rechazar a alguien, ni siquiera a tí.

—¿Estás loco? Que vergüenza, ¿de que hablaríamos? ¿como actuaría? ¿y si mi aliento apesta? No puedo vivir con eso... ¡Podría morir! Dios mío, ésto es muy complicado.

—No es complicado, tu lo vuelves complicado.— se encogió de hombros y regresó su vista hacia el rubio.

El corazón de Jaebum casi escapa de su pecho cuando ve al menor aparentemente con la vista fija en el. Mark ya se había ido y no había nadie mas aparte de Youngjae y su persona en la biblioteca, no podía estar viendo a nadie más, ¿no?

Sus dudas se esfumaron cuando el rubio que lo veía fijamente sonrió. Sus ojitos se volvieron casi invisibles y sus labios formaron una figura adorable, según Jaebum. Desvió la mirada de inmediato y volvió a centrar su atención en la pantalla de su celular.

—Diablos...— su corazón latía con fuerza y sus mejillas sin duda estaban rojas.— Debo parecer un tonto...

Ese día volvió más idiotizado que de costumbre a su casa. Para "desgracia" suya notó que el lindo pastelito nerd caminaba detrás de el, tal vez siguiendo el mismo camino. Estaba dispuesto a acercarse, pero diferente a su apariencia, Jaebum era bastante tímido. Además al ser la primera vez que se sentía así no sabía como actuar. La gran cantidad de sentimientos que lo atormentaban estaban a punto de volverlo loco.

—Tan complicado...— suspiró mientras aceleraba el paso para evitar cualquier tipo de interacción embarazosa.

Y es que Jaebum no esperaba que en una visita a la enfermería terminaría encontrando a alguien como Youngjae. Bendijo al idiota de Jackson por haberlo empujado de la escalera.

La enfermería de su escuela estaba siempre llena, excepto ese día que estaba sospechosamente vacía, la única persona ahí era el asistente de enfermería, un lindo chico rubio y de hermosa sonrisa que se encargó de curar la herida de Jaebum y cuidarlo hasta ya sentirse mejor. Su corazón comenzó a sentirse cálido y a latir con fuerza. Temió por su vida, ¿y si la caída le rompió una costilla y por eso se sentía así? El no lo podía saber, no conocía el amor y mucho menos las sensaciones que provocaba. Supo que algo andaba mal cuando, de un momento a otro, se encontró a sí mismo observando al rubio en cada oportunidad que tenía.

Jaebum había intentado muchas veces entablar una conversación con Youngjae, pero no podía. Cada vez que se acercaba al menor su corazón terminaba descontrolándose y realmente lo odiaba, no sabía que hacer.

Can't stop it! [2Jae] [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora