Capítulo 63 : Ser Indeseable

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Los sentimientos de papá son liberados como una tormenta indomable, destruyendo todo a su paso, es la primera vez que lo observo con una expresión similar en toda mi vida, la ira es lo único que está presente en él, me sostiene con todas sus fuerzas.

– ¡Cómo te atreves a desperdiciar todo lo que hizo tu madre!

Estoy sin palabras, no hago nada, de todas las posibles variables existentes, jamás imagine que reaccionaria de esta manera, papá aprieta su puño derecho mientras sigue sosteniéndome de mi camisa con su mano izquierda, me golpea en la cara, una y otra vez mientras repetía lo mismo sin cesar.

– ¡MALDITO, MALDITO, MALDITOOOOO! – Vilma reacciona.

– ¡Padre detente, no sigas! – Se levanta y corre rápidamente hacia nosotros.

– ¡No interfieras! – Ignacio la detiene y sujeta por la espalda.

– ¡Suéltame, debemos parar a padre! – Grita Vilma desesperadamente, para tratar de convencer a Ignacio.

Sigo estático, solo recibo sus golpes, no dejo de observar esa mirada de odio de papá, aunque no es el mismo "odio" que en otras ocasiones, sencillamente, no puedo dejar de mirar esa expresión.

– ¡Suéltame! – Grita Vilma.

Debido a que ella también ha egresado de Perfection, domina una cantidad considerable de artes marciales, golpea con su cabeza el mentón de Ignacio, con esto él la suelta por unos instantes, aprieta ambos puños, estira sus brazos y con sus codos vuelve a golpearlo, esta vez en el estómago de mi hermano, logra soltarse, corre desesperadamente, estira su mano en dirección de papá, pero Ignacio vuelve a detenerla, el golpea con una patada su pie derecho, de esta manera hace que pierda el equilibro y la inmoviliza con una llave, sujetándola del cuello, están en el suelo, Vilma trata de zafarse, pero Ignacio es más fuerte que ella, padre sigue golpeándome sin mostrar signos de que quiera detenerse, mi rostro ha comenzado a mostrar los signos de su golpiza, ya no logro ver por mi ojo izquierdo debido a la hinchazón y a la sangre, mi cuerpo no reacciona, quiero detenerlo, pero al mismo tiempo no.

– Es suficiente.

Padre volverá a golpearme con su puño ensangrentado tanto por su sangre como por la mía, pero lo detengo, lo sujeto con mi mano derecha, aprieto un poco.

– ¡Maldito monstruo, has vuelto a aparecer, todo es por tu culpa, solo traes desgracia a nuestra familia! – Grita Ignacio, me centro en el cuándo grita.

– Debí asesinarte cuando liberaste eso por primera vez – La voz de papá es muy temblorosa.

Me sorprende esa forma de hablar de él, lo observo, está completamente aterrado, comienza a temblar, lo suelto y cae al suelo, como si hubieran drenado sus fuerzas, no dejo de observarlo, no comprendo nada, no puedo analizarlo, comienzo a jadear, me concentro tanto en mi padre, que no me percato cuando me patean en el estómago, es Ignacio, me golpea con tal intensidad, que la puerta donde me sujetaba se rompe, la atravieso, impacto contra la pared del pasillo, caigo de rodillas, mi cuerpo está resintiendo el daño, en especial dado que no me he protegido con nada, es decir, son golpes directos a mi cuerpo, levanto la mirada, Ignacio tiene lagrimas cayendo lentamente por su rostro, al mismo tiempo que me observo con una aberración que supera por mucho a la que me ha demostrado por todo este tiempo, estoy en el suelo, con la espalda pegada a la pared, levanta su rodilla y me patea directo en mi cara, rompe uno de mis dientes, vuelve a elevar su pie, pero aparece Vilma por su espalda.

– ¡Detente! – Vilma lo sujeta por su cuello, pero Ignacio logra zafarse.

– ¡No lo protejas!

El Gran Reinicio Parte I : DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora