JungKook
- ¿Qué es esto? - grité y tiré la carpeta que tenía en mis manos al escritorio con furia.
-El testamento- dijo el secretario Im sin inmutarse ante mis gritos.
-Ya sé que es eso- aclaré echando chispas –a lo que me refiero es a esto- señale aquella oración que había cambiado por completo mi lindo humor mañanero.
- ¿Nunca se lo dijo su padre? - preguntó como si fuera lo más obvio del mundo.
- ¿Decirme qué? - dije ya con el coraje a tope.
El secretario Im se acercó con paso lento y busco dentro del escritorio.
-Esto- dijo y me estiro una carpeta plástica con un nombre en ella.
- ¿Park JiMin? - pregunté sin aún entender nada.
JiMin
Seguidos golpes en mi puerta hicieron que me levantara asustado y que mirara inmediatamente el reloj sobre mi mesita de noche.
- ¿8 de la mañana? - pensé- ¿Quién será a las 8 de la mañana?, no esperen, esa no es la pregunta adecuada, quiero decir, no es como si tenga algún amigo, nunca nadie podría ser a las 8 o a alguna hora en particular.
Y entonces todas aquellas películas de secuestros y asesinatos cobraron sentido, y mi pánico subió hasta el tope, bajé lentamente las escaleras y la puerta volvió a sonar.
- ¿Esta alguien aquí? - gritó una voz masculina tras la puerta.
Me acerqué lentamente y miré por la ventana, un chico con un abrigo rosa y tres tallas más que él, hizo acto de presencia.
- ¿Quién eres? - pregunté intentando no sonar asustado.
El chico dió un paso atrás y empezó a buscar por todos lados hasta ver a la ventana en donde literalmente solo se veía la mitad de mi cara.
-Hola- saludó alegremente- soy el nieto de la señora de la tienda, y me dijo que te traiga esto- y alzo una funda para que pudiera verla.
- ¿Qué es? - pregunté curioso.
-Son galletas- respondió aún con la misma alegría.
En ese momento empecé a debatir si abrir o no la puerta y decidí que sí, pues si las galletas tenían veneno, por lo menos moriría comiendo algo rico.
Abrí la puerta despacio y el chico se asombró cuando salí por completo.
- ¡Que adorable! - chillo y su acto ocasionó que pegue un salto por el susto- Lo siento- se disculpó al ver mi reacción.
El chico me miraba como animal nuevo en zoológico, y eso me estaba causando escalofríos.
-No soy adorable- dije fríamente y tomé la funda de sus manos, para luego cerrar la puerta en su cara y acercarme nuevamente a la ventana- y gracias.
Me alejé de aquel chico raro y fuí directamente a la tele.
-Por lo menos no debo hacer desayuno hoy- pensé tranquilamente y sonreí a tiempo de que aquel artefacto tecnológico encendía.
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Eres un idiota
FanfictionJiMin, joven de 18 años, muy tímido e inseguro para su edad, con miedo de tener amigos y totalmente solo, pues nunca conoció a sus padres, ni tíos, ni primos, ni absolutamente nada, y creció con la ayuda de una anciana la cual murió cuando JiMin ten...