Capítulo 15

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JiMin

- ¡TaeHyung! - grité estresado- ¡Ayúdame!

Habían pasado casi dos horas y media desde que TaeHyung había llegado a mi casa para escoger la ropa que me iba a poner, y la verdad no estaba siendo de gran ayuda.

-Ya te dije, la roja es mejor- dijo por décima vez mientras señalaba la camiseta roja que estaba en el armario.

-Pero esa a mí no me gusta- chillé.

-Entonces no me pidas ayuda- dijo enojado y salió de la habitación.

-Gracias por nada- grité una vez que cerró la puerta.

Me desplomé en la cama y vi con miedo la hora, 7:30.

-Jin va a matarme- pensé algo asustado y ya resignado, pero un grito de cierto ser que también estaba en mi casa, me hizo asustar más.

- ¡JiMin! - gritó Tae.

- ¿Qué ocurre? - pregunté asustado casi cayendo de mi cama.

TaeHyung abrió la puerta de golpe, y su rostro irradiaba felicidad.

-Tengo lo indicado para ti- habló super rápido – ya regreso.

Salió corriendo como alma que lleva el diablo, y 10 minutos después mi puerta sonaba súper fuerte.

-Vas a volver a tumbar la puerta, joder- grité y la abrí enojado.

-Me importa un pepino- respondió- toma- me ofreció un pantalón negro y una camiseta gris- te quedara súper.

Miré la ropa con recelo y me fije en un solo detalle.

-Tae eso no me va a quedar-dije intentando hacer que entre en razón.

-Pero somos casi del mismo porte- contestó sin importancia.

-Ese no es el problema- dije aún con más ímpetu.

Tae se puso el dedo en la barbilla, y comenzó a mi parecer a hacer un scanner para encontrar el problema.

-Sigo sin encontrar el problema- dijo ya algo confundido.

-Olvídalo- dije rendido- intentaré ponérmelo.

Subí a mi habitación y ocurrió lo que temía, el pantalón me quedaba muy apretado, aunque podía caminar bien y me permitía sentarme, mostraba mucho y eso no me gustaba.

-Estás guapísimo- escuché desde la puerta de mi habitación.

Me giré para ver al causante y Jin estaba parado allí con la boca exageradamente abierta,

-No es para tanto- hablé y sonreí, pues quitando lo ajustado del pantalón, si me veía bien.

-Que no es para tanto- dijo y se acercó a mí- JiMin, estás de muerte, se ha ido por completo la imágen de niño tierno que tenía sobre tí, para que la reemplace una imágen atrevida, amigo.

Reí un poco ante el comentario de Jin, y lo golpeé levemente en el brazo.

-Eres un exagerado- dije.

-Pero no estoy mintiendo- respondió y me guiñó un ojo.

En medio de nuestra sesión de halagos y sonrisas, el pito de un auto hizo que salgamos de estas.

-Es hora de irnos- dijo y tomó mi mano.

-Jin, espera- dije con un tono alto en la voz, pero cuando me di cuenta ya estábamos fuera de la casa- no me dijiste que íbamos a ir con ellos.

Jin me miro con ojitos de cachorrito y entonces entendí todo.

-No me ibas, a decir verdad- afirmé y solté un suspiro.

-Sabes que te quiero- respondió y me regalo una sonrisa de disculpa, pero eso no me servía en estos momentos.

-Jin, esto va a ser intenso- dije y comencé a seguirle el ritmo para llegar al auto- muy intenso- fue lo último que susurré antes de subir y sentarme a lado de una pareja que prácticamente se estaba comiendo.

Eres un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora