JiMin
-Hablaremos de esto mañana- dijo JungKook y comenzó a caminar hacia fuera de la cocina.
Pero ese terrible acto no me dejaba pensar con claridad, no podía entender cómo es que JungKook me había besado y yo no había puesto resistencia por detenerlo, estaba siendo su segunda opción y eso me comenzaba a dañar más.
- ¿Qué demonios estás haciendo? - pregunté lo suficientemente audible como para que solo JungKook lo escuche.
El pelinegro al hacerlo, decidió no salir y solo se volteó para comenzar una guerra de miradas.
-Ya te dije que no lo sé- respondió.
Ninguno de los dos por un largo rato no desvió la mirada y comenzaba a tornarse incómodo y estresante.
-No te entiendo- dije con un tono alto de voz y decidí ponerle fin a esa absurda pelea, después encontraría la manera de salir de los estúpidos sentimientos, pero ahora, solo quería alejarme de él.
-Yo tampoco me entiendo- dijo cuando pasé por su lado para salir de la cocina- pero- volvió a hablar y me agarro del brazo- es tu culpa.
Nuestras miradas volvieron a toparse, pero había algo mas esta vez, mis lágrimas.
-No sabes lo que se siente- dije con voz entrecortada- no sabes lo que se siente querer a alguien y que esa persona juegue contigo.
En un movimiento brusco me zafé de su agarre y cuando me dispuse a intentar salir de nuevo, este solo me abrazó por la espalda volviendo a impedir mi huida.
-Deja de hacer esto- hablé con lo poco de voz que me quedaba, por el nudo en la garganta.
Pero JungKook no se movía, y tampoco decía nada, sentía su respiración en mi nuca, y se sentía de todo menos bonito.
-Terminé con Lilia- soltó de repente.
Y ese solo comentario hizo que mi corazón doliera.
- ¿Por qué me lo dices? - pregunté.
JungKook tras esa pregunta me soltó, pero antes de que pudiera escapar, este me dio la vuelta y me obligó a verlo.
-No lo sé- respondió- solo sentí que debía decírtelo.
Y no sabía porque, pero el corazón dolía mas a cada segundo frente a él.
-Pues entonces te felicito por tu soltería- dije sarcástico- ya puedes ir a buscar a alguien más.
Una sonrisa de medio lado apareció en el rostro de JungKook, y antes de que pudiera reaccionar me volvió a besar.
-Ya encontré a otra persona- susurró en mis labios.
-Entonces no deberías hacer esto- susurré en los suyos.
-Eres muy tonto JiMin- dijo y volvió a besarme.
-Yo solo te digo la verdad- me defendí.
JungKook al notar que no estaba entendiendo la situación se alejó un poco de mí para darme mi espacio personal y volvió a verme directamente a los ojos.
- ¿Quién crees que es esa persona? - preguntó.
-No lo sé- respondí- o acaso yo tengo que estar al pendiente de todas las personas que te tiras.
JungKook enarcó una ceja e hizo una mueca.
-A decir verdad, a esa persona no me la he tirado.
Suspiré cansado y con el nudo aún en la garganta, pensé la manera de detener esto.
-JungKook- hablé tranquilo, tratando por todos los medios no llorar- si tanto quieres a esa persona, entonces anda y quédate con ella.
En serio me estaba esforzando mucho, pero cada palabra me destruía mas.
-Bueno- dijo como si no importara- te haré caso.
JungKook se alejó por completo de mí y salió de la cocina, en ese momento las lágrimas que tanto había retenido salieron sin piedad y cerré mis ojos, ya no había algo con que arreglar eso, pues el pelinegro ya era alguien inalcanzable para mí, pero cuando me decidí a irme unas cálidas manos acariciaron mis mejillas.
- ¿Qué sigues haciendo aquí? - pregunté con la poca voz que me quedaba.
- Lo que me pediste- dijo y extendió su mano.
En ella había una rosa roja, y obviamente era una de las que YuGyeom le había dado a BamBam, pero que más daba, era preciosa.
-Esto va a ser difícil- empezó a hablar- pero algo me dice que debo intentarlo, a pesar de que no comenzamos bien, quiero remendar eso, olvidar que alguna vez nos gritamos, y olvidar que alguna vez tumbe tu puerta, simplemente quiero olvidar las cosas malas y empezar de hoy en adelante con las cosas buenas, de verdad quisiera que me creas, y espero que me aceptes, porque yo deseo cuidarte.
Las lágrimas comenzaron a salir con más fuerza, y ya oficialmente no podía hablar, la única respuesta que pude darle fue apoyarme en él, y abrazarlo muy fuerte.
-Eres un idiota- susurré.
JungKook me abrazó mucho más fuerte, y apoyó su barbilla en mi cabeza.
-Tú también eres un idiota.
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Eres un idiota
FanfictionJiMin, joven de 18 años, muy tímido e inseguro para su edad, con miedo de tener amigos y totalmente solo, pues nunca conoció a sus padres, ni tíos, ni primos, ni absolutamente nada, y creció con la ayuda de una anciana la cual murió cuando JiMin ten...