Guardián de mi alma

2 Extraños

Alexander

Bienvenido y Felicidades Alexander Lightwood ha sido aceptado a la Universidad de Toronto....

Estimado señor Alexander Lightwood tenemos el placer de informarle que ha sido aceptado a la Universidad de New York

-MIERDA...

Ahora si tenia un problema, había hecho examen en las 2 Universidades con la esperanza de quedar solo en una Universidad, aunque en el fondo sabia que se estaba engañando, a final de cuentas había salido del colegio hace un año con honores, era obvio que quedaría en ambas.

Sus padres esperaban una respuesta y ya no podía retrasarlo mas, hace un año les había salido con que se quería ir a Francia de au pair* para mejorar su francés antes de ingresar a la universidad, aunque sabia que en el fondo solo era una excusa.

No le gustaba elegir y tenia que hacerlo, hace 2 años su padre les había informado que las empresas Lightwood cambiarían su sede de Toronto a New York, por lo que su hermano (adoptado pero al final eso no importaba, ya que tenían un lazo como si fueran hermanos de sangre) Jace, se mudó hace un año a la mansión de New York para iniciar la universidad, ahora Alec se había retrasado un año por lo que entraría al mismo tiempo que su hermana Isabel.

Izzy había decidido ir a New York a estudiar diseño, desde antes que su padres les informara del cambio de la sede, ¿y cómo no?, en New York estaba lo mejor para esa carrera desde la Universidad, hasta donde hacer las practicas. Alec realmente se había sorprendido cuando sus padres aceptaron la carrera que Izzy había elegido, más porque a él siempre le recordaban que un día se tendría que hacer cargo de la empresa y debía estudiar algo que le ayudara a dirigirla, sin embargo cuando su madre apoyo a Izzy todos quedaron con la boca abierta, aunque al final Maryse solo dijo:

-y que esperabas Robert, ¿que tu hija estudiara leyes?. Solo mírala desde que tenia 2 años solo le importaba la moda...

Y ahora estaba tirado en su cama con los brazos extendidos y en cada mano una de las cartas, amaba Canadá había nacido y crecido la mayor parte de su vida en ese lugar, a excepción de 3 años cuando su familia vivió en Italia cuando el tenia unos 8 años, sin embargo habían regresado a Canadá y no quería irse, tenia a sus abuelos, sus amigos y sus caballos. Como amaba sus caballos, le encantaba ir a montar, lo hacia casi a diario eran parte de su vida, pero por el cambio de la sede toda su familia se iría a New York, no quería quedarse solo, amaba su familia y pasar tiempo con ellos a pesar de que sus padres viajaban mucho, estar con sus hermanos era lo mejor para el, aunque en New York no había espacio para sus caballos, ellos tenían que quedarse no había mas remedio.

Era simple se quedaba en su país con sus amigos, sus abuelos y sus caballos, para solo estar 5 meses mas con su familia antes de la mudansa definitiva, o se iba a New York con su familia e iba aprendiendo desde el comienzo en la que seria su empresa, porque al final la sede seria haya, solo retrasaría lo inevitable...

Después de un suspiro tomo su decisión, sabiendo en el fondo que era un idiota por haberlo pensado tanto.

Magnus

5:59 am.

El cuarto aun estaba oscuro, la colcha en el suelo y en medio de la cama un pequeño moreno como su padre, que era rodeado de almohadas y su padre; bueno el hombre estaba dormido en el sofá del cuarto. La alarma empezó a sonar y Magnus corrió a apagarla, antes que el maldito ruido despertara a su hijo, fingió llorar por 30 segundos en silencio y terminando su momento dramático se dispuso a tomar un baño antes de que su hijo despertara.

El agua fría caía en su ahora tonificado cuerpo, odiaba bañarse así pero tenia que hacerlo su pequeño hijo se habia pasado llorando 3 horas en la madrugada, estaba mas que agotado pero tenia que ir a trabajar y antes dejar a su hijo en la guardería por supuesto, sabía que sería un día largo su jefe se lo advirtió el día anterior, así que por mas que odiara ese baño tenia que hacerlo si quería permanecer despierto.

Salió del baño en silencio comprobando que su pequeño seguía dormido, amaba verlo dormir, pero no podía quedarse a admirarlo, se dirigió a su armario eligiendo un traje que enserio le hacia justicia a su cuerpo, por suerte ya no tenia su pansa de embarazo odiaba la ropa de embarazo mas porque su trabajo le exigía ir formal, se cambió, perfumo y peino, salió al cuarto de su hijo y vio la cuna vacía, por mas que lo intentaba Max solo dormía bien si era en cama de su padre, tomo la pañalera que preparo una noche antes y eligió un cambio de ropa para Max.

Tomo el porta bebe con el pequeño Max vestido, llevaba la pañalera y su maletín del trabajo cerro su departamento y se dirigió al carro. Odiaba tener que poner el porta bebé en el auto, nunca sabia si lo hacia bien y todos los días manejaba con miedo, dejo a su pequeño en la guardería y se dirigió al trabajo, para su suerte tenia el numero de la chica de la cafetería en el celular, le mando un mensaje pidiéndole un café y un cuernito bechamel, era su perdición ese cuernito. Al llegar a la empresa se dirigió a la cafetería donde Maia ya tenía su orden lista, le pago le dio las gracias y se dirigió a su oficina. Estaba desayunando cuando su mejor amiga Catarina entro a la oficina.

-Buenos días – inclino un poco su cara mientras veía a su amigo devorarse el resto del cuernito- ok o se te hizo muy tarde, y por las prisas no te maquillaste, o mi pequeño sobrino te volvió a dar serenata anoche.

-serenata, ¿tan mal me veo?

-solo... las ojeras y... tu tono pálido- dijo con una sonrisa súper fingida dando a entender a su amigo un "si te ves mal"- nada que mi maquillaje no arregle

-gracias

10 min después Magnus estaba listo, recordó que tenia que estar confiado preparado y que lo amarían o eso esperaba, era una junta importante y duraría casi toda la mañana. Salió  de ella con una sonrisa triunfante se dirigió a su oficina seguido de sus amigos Rangor y Catarina. Entrando se desplomo en la silla con un fuerte suspiro, irían a comer pero el solo quería dormir.

-¡DEJA DE HACERTE EL FUERTE Y CONTRATA UNA MALDITA NIÑERA! -si Rangor sabia que estaba muerto física, psicológicamente y por su puesto sexualmente, aunque con el cansancio lo ultimo no le importaba mucho.

-y dejar a mi bebe con cualquiera, no gracias -Magnus era muy mama oso y ¿como no? Era papá soltero y su única familia por lo menos para el, era Max- mejor vamos a comer tengo que ir por mi hijo en 3 horas a la guardería y si, tengo una montaña de papeles.

-por eso necesitas una maldita niñera solo llegaras a tu casa hacer un sinfín de cosas y no te ajustara el tiempo, honestamente ¿Cuánto estas durmiendo al día?, 4 horas si bien te va.

Magnus se quedo callado no quería decir nada sabia que su amigo tenia razón, pero no quería a una extraña cuidando a su bebe.

-Te ayudaremos a buscar niñera, existen muy buenas agencias no dejaría a mi sobrino a merced de cualquier tipa, soy buena tia, anda Maggs, necesitas ayuda

-ya que... 

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