(Narrador)
Los rayos del sol apenas lograban traspasar la gruesa cortina color gris claro, la ventana detrás de esta estaba levemente abierta lo cual provocaba que la cortina fuera movida por el aire frío.
- Ngh....-
Un joven de tal vez unos 22 años estaba siendo despertado por los rayos del sol que daban directamente a su cara, llegando al punto de ser incomodo e insoportable.
Con cansancio el joven se levanto, con solo su ropa interior puesta, no le importaba lo frío que estuviera su cuarto, eso más bien lo despertaba más. Con su mano derecha trata de acomodar su rebelde cabello rubio, un rubio tan claro que se podría confundir con blanco platinado, dio un bostezo, se estiró y se fue directamente al baño para poder asearse.
Después de unos minutos sale del baño, con solo una toalla en su cadera y con otra en la cabeza para secarse su cabello mojado, abre varias gavetas de su armario, saca su ropa interior y la ropa que se pondría.
Una camisa de botones y unos pantalones de vestir era lo que llevaba puesto, iría a una cafetería para desayunar, le encantaba una cafetería que quedaba cerca de su trabajo, bueno, en realidad lo que más le gustaba era el chico que atendía la cafetería, cabello negro, ojos color esmeralda, piel levemente tostada y suave a la vista de cualquiera, un poco bajito para su edad, pero Yuichiro Amane era su "musa", ya que el joven rubio era un escritor muy reconocido, en especial por su saga de seis libros y el sexto estaba por terminarlo, solo que estos libros el expresaba sus sentimientos y emociones, todas esas sensaciones que quería decirle al jovencito de la cafetería pero que no se atrevería a decircelo, ya tres años de estar yendo solo por un café y a veces un postre.
- Aah....- suspira un poco frustrado entrando a la cafetería-
- Buenos días!- saludó el joven de ojos verdes con una radiante sonrisa-
Mikaela sonrió al ver al menor, en su mirada se notaba lo mucho que le gustaba aquel jovencito y esto no pasaba desapercibido por el moreno.
- Un café negro?...- pregunto el menor con una sonrisa de lado-
- No, hoy no, hoy quiero un té de manzanilla, me esta doliendo un poco la cabeza....-
- Bueno, se acerca el invierno...puede que sea eso...-
- Puede de ser...- dijo mientras sacaba su tarjeta para pagar-
El joven de ojos verdes se dispuso a preparar el té, ya al terminarlo lo puso en los recipientes en los que se sirve el café, pero se le ocurrió una gran idea, ¿porque no darle su número de teléfono?. Escribió con cuidado de no perforar el vaso de cartón que estaba caliente.
- Listo, aquí esta tu té- sonríe con cierta pizca de nerviosismo-
- Ah...gracias...- sonríe leve y sale de la cafetería-
Al estar fuera de esta comienza a beber de su té, caminaba calmado por las calles ya que llegaría bastante temprano a la editorial para ver como iban los avances de ventas de sus ahora cinco libros, al terminar su té mira detenidamente el envase de este, el número telefónico del joven de la cafetería estaba escrito en la tapa de su bebida.
Los nervios lo acapararon por completo...