Capítulo 8

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Voy?
O no?
Estaba parada al frente de mi cama, pregúntandome si ir o no donde me había dicho la chica, una parte de mi tenía miedo porque no sabía exactamente quien era y en ese lugar no había mucha gente, como lo sabía?
Mamá me lo había dicho cuando pasamos por ahí.
Pero si era algo importante lo que tenía que decirme?
Solo sería un ratito, si no veía a nadie me regresaba.
Me puse un suéter y me dirigí a la puerta.
Sabía que mamá estaba ahí.

—Lowell, a dónde vas?

—Ah...voy al parque mamá.

—A cuál? No me digas que...

—No, solo iré a comprar y pasaré por ahí.

—Vamos juntas.

—Mamá...en que quedamos.

—Si lo sé Well, pero por ahí es peligroso.

—Estaré bien, regreso enseguida si?

—Rápido, y no hagas caso a nadie.

—Está bien, ya vuelvo.

Salí y caminé lento, ya había pasado 10 minutos, volteé en una esquina,caminé unas cuadras y efectivamente ahí estaba el parque.
Mamá tenía razón no había mucha gente.
No había rastros de una chica.
Me senté en unas bancas y esperé.
Pero nada, pasaron 20 minutos y nada.
25...minutos.
30 minutos.
Sabía que esto pasaría, me paré y caminé en dirección a mi casa.
Llegué y mamá me abrió la puerta muy rápido, parecía preocupada.

—Well, dónde estabas que demoraste mucho?

—Mamá ya te dije donde fui, y solo tardé 30 minutos,no te preocupes si—le dije tranquilamente.

—Como me pides que no me preocupe hija, bueno ya estás aquí, que compraste?

—Ahh...—respondí nerviosa—me lo comí viniendo.

—Está bien.

Entré y me fui a mi habitación, al final aquella chica no fue.
Ni siquiera sabía quien era.
Si lo sé estaba loca al ir a un lugar que es totalmente peligroso a encontrarme con una persona a la cual no conocía, pero quería saber lo que tenía que decirme.
Quiero, necesito saber y me frustra no poder hacerlo.

Revisé mi celular, pero no había ninguna llamada perdida, ningún mensaje, nada.
Me senté en el borde de la cama, miré hacia mi escritorio y aquella caja azul estaba ahí, sentía mucha curiosidad por ver que contenía, pero no estaba la llave en ningún lado, la había buscado por todo la habitación esa vez, pero no encontré nada.
Me paré y fui a cogerla, la caja es de un azul oscuro muy bonito, me fijé en el candado, era pequeño y dorado.
Porque tendría yo esa caja?
Era mía?
Formulaba muchas preguntas en mi cabeza, pero sabía que no tendría respuesta por ahora.
Por ahora.
Mi celular comenzó a sonar, contesté muy nerviosa.

—Hola?

—Well?

Reconocí aquella voz, era de Valeria.

—Well...discúlpame por lo que sucedió, me alteré, lo siento por lo que dije no pensé al decirlo en serio.

Recuerdo aquellas palabras que dijo,dolió escuchar todo eso.

—Well por favor respóndeme— dijo insistente.

—Está bien Valeria.

Ella me escondía algo, así que no confiaré en Valeria.

—Lo siento una vez más, quieres que pase por ti mañana?

—No, estoy bien.

—Bien, bueno nos vemos en la escuela.

Recuerdos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora