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Había faltado demasiados días a clases, nada estaba fuera de lo normal. A excepción de que Hector no aparecía y Nicolas seguía sin hablar conmigo.
Los chicos no sabían qué pasaba con Nicolas, ninguna podía contactar con él, por lo que eso me sorprendió, hasta donde yo sabía Nicolas estaba en su casa.

-Hemos estado llamándole y no contesta, íbamos a ir a su casa pero nos dijeron que su familia no está -. Dijo Aldo mientras tomaba una bebida.

Estábamos en una cafetería del pueblo, los chicos me habían convencido para salir un rato con ellos antes de volver a casa, mi padre me recogería en auto justo donde nos encontramos.

-¿Quién te ha dicho que no está?

-Preocupados llamamos a su madre y ella nos dijo que todos estaban fuera de la ciudad-. Raquel me miró extrañada

-Yo fui a verle y nunca me abrió la puerta, ayer volví a ir y no había nadie-. Simón comentó.

-Chicos, yo lo vi ayer en su casa, Max fue a hablar conmigo y él estaba allí, nos miró muy mal y entró a su casa. Eso fue por la tarde.

Simón y Raquel se cruzaron las miradas.

-Ahora que dices eso, yo he visto que las luces pasan apagadas, durante la noche no se encienden y el césped está sin limpiar.

-Les juro que yo le he visto, él está ahí. En todo caso, ¿por qué estaría mintiendo a nosotros?

-Ahora iremos a verlo. Meredith llama a tu padre, dile que iremos a dejarte a tu casa.

Mi padre estuvo de acuerdo, dijo que le avisara cuando estuviese con mi madre. Los chicos se fueron con nosotros, después Aldo volvería con Simon a su casa.
En el camino fuimos hablando a cerca de las actitudes en Nicolas.

-Ha cambiado mucho, últimamente tiene excusas para todo y pasa de nosotros.

Raquel estaba muy enojada con él, yo la podía comprender, se siente feo que uno de tus mejores amigos de la noche a la mañana te deje de hablar y actúe como si no te conociera.

Simon estaba callado, eso es normal en él, pero tenía el sentimiento de que algo estaba ocultando.

- ¿Qué sucede Simon?, estas muy inquieto - dije entrecerrando mis ojos hacia él.

Instantáneamente todos voltearon a mirar hacia nosotros, incluido Aldo, quién fijó su mirada por el retrovisor.
Simon se acomodó en el asiento y comenzó a hablar.

-El día de la parrillada en mi casa, cuando tu fuiste a conseguir más carbón - dijo refiriéndose a mi - yo estaba sacando hielo de la nevera y vi a Nicolas teclear mucho en su celular, al rato él lo dejó puesto sobre la mesa y se fue a ayudarle a Aldo con unas cosas.
Le entró un mensaje y me dio curiosidad leerlo, pensé que era una chica y quería ver si tenía algo para empezar a molestarlo. Pero me quedé con duda al ver que el chat era con un número desconocido y en su último mensaje decía que tú habías salido sola a comprar al supermercado de la esquina. Pensé que seguro se lo decía a alguno de nosotros, pero estaba raro que no nos tuviera agendados con el nombre - sacó su celular del bolsillo y nos enseñó una foto - Guardé el número y esta fue la foto que encontré de la persona.

Todos nos acercamos para mirar la foto. La sorpresa no cruzó mi rostro, de alguna manera ya me lo esperaba desde que Simon comenzó a hablar sobre ese día.

- Es su tío - un poco de desilusión resonaba en mis palabras.

El único amigo que me conocía desde hace mucho tiempo era el mismo que se estaba liando con su tío para hacer algo en mi contra.
Ese era el mismo amigo que, ahora comprendiendo mejor, había fingido ser mi incondicional.

Obsesión Carmesí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora