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Emilie gimió duro cuando lo sintió. Él estaba lamiendo sus senos, oh tan lento. Su respiración aumentó a medida que sentía como él besaba su piel y tarareaba suavemente contra sus pezones, chupando. Mierda, ella podía estar completamente segura de que en cualquier momento llegaría al orgasmo.
Jadeó cuando él soltó su pezón derecho y ascendió lentamente, chupando su cuello, demorando unos segundos de más mientras arremolinaba su lengua. Joder, iba a dejar una marca y ella no se estaba quejando ni lo estaba deteniendo.
Su piel se erizó cuando él besó su mentón y unió sus labios, lento, tan lento que ella amó saborearlo, su lengua deslizándose con la de él. Su cuerpo junto al suyo, sus pezones raspando el pecho de él. Tan bueno que las sensaciones iban muchísimo más allá de lo que ella podía imaginar.
Sus manos se deslizaron por las costillas de él y no pudo evitar deslizar sus uñas, provocando que él gruñera contra sus labios y se moliera contra ella. Tan duro que su clítoris dolió y ella mordió el labio inferior de él, sacando un gemido de sus labios.
Emilie sonrió contra los labios de él y su pequeña sonrisa creció cuando él la imitó. Una risita ganándola cuando él lamió su mentón y volvió sonriente hasta sus labios, chupando el superior y lamiendo el inferior.
Ella no tenía ni la más jodida duda de que él era un buen besador. Tan bueno que la hacía temblar y palpitar en lugares muy buenos y cuando él volvió a chocar contra ella le fue inevitable llamarlo:
-Bieber.
Su corazón palpitó más rápido. Sintió su piel más caliente y sus labios ardían por los besos, pero no podía parar, no cuando lo estaba disfrutando y él se lo estaba dando tan jodidamente bien.
-Joder, Emilie.
Diablos, sonaba tan bien en los labios de él, tan bien contra ella, tan bien mientras hacía chocar sus sexos y volvía a jugar con sus pezones. Tan bueno que ella deslizó sus manos más abajo y las ocultó dentro de los bolsillos traseros del pantalón, apretando su culo y atrayendolo más contra ella, ayudándolo a que chocaran con más fuerza, la tela del jodido pantalón haciendo un desastre en su sensibles labios y en su clítoris inflamado.
Ella lamió los dedos de él cuando sintió deslizarlos por sus labios hinchados y cuando los deslizó dentro de su boca, Emilie chupó y los lamió. Temblando a medida que Justin se restregaba contra ella y le susurraba todo lo que quería hacerle al oído y lo mucho que había querido follarla.
Gimoteó cuando él sacó sus dedos y los deslizó por los labios de ella, humedeciéndolos para volver a besarlos y volver a separarse de inmediato.
Emilie apenas y respingó cuando sintió como él llevaba lentamente los dedos por el centro de su pecho y hacía abajo, por su vientre, su pubis y deteniéndose ahí. Separando sus cuerpos, provocando que ella le susurrara que volviera.
