Lulú y Red Angel: Placentera ilusión.

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-Bueno, primero que todo...hola

-le lanzan una chancla y la esquiva-

-...No pueden conmigo, mi mamá me entrenó muy bien...novatos.

-Segundo que nada (?), esta pareja, fue el primer pedido entre los comentario del capítulo anterior (o por menos así lo recuerdo) Hecho por...-lee un papelito- ...una lectora la cual no diré su nombre pero que le mandó muchos besos :D...

Sin más que decir...¡let's read!

Red Angel

"Ilusiones...el laberinto sin fin que te hace tropezar una y otra vez hasta caer en la demencia y la locura, la locura sin fin, la locura paranoica de no querer perder en el juego en el que ambos nos enredamos, yo al encontrarte, tu al recibirme...Lulú"

Ni te das cuenta de que te miro, sentada a mi lado en el viejo sofá polvoriento de esta casa vieja, donde una vez me dijiste que vivías, cuando nos vimos por primera vez.

Todavía no puedo creer que tú te hayas vuelto mi eterna pareja. Yo nunca planeé esto...pero ha sido lo mejor que me ha pasado sin duda; el mejor error y accidente que he cometido y tenido en mi vida o, mejor dicho, en mi inmortalidad; para un espíritu, cómo lo soy yo, el tiempo no le hace efímero.

Puedo compararme con la energía y su ley. "No puedo ser creado ni destruido...simplemente puedo transformarme" eso siempre he pensado respecto a mi condición cómo un ente espiritual con cuerpo propio.

Suspiro mientras veo a Nit, el cachorro Husky que decidimos adoptar, jugando con uno de los ojos de el cuerpo de una víctima que acabamos de matar. Se lo merecía, solo servía para una cosa en este mundo; nada.

Siento tus ligeros brazos rodeando mi cuerpo, y se me vienen a la mente las imágenes que conformaron esta unión...cuando nos encontramos...cuando nos volvimos uno solo.

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(Ahora si empieza lo chido :v)

Noche obscura. Niebla espesa que recorría los boscoso y estrechos caminos de la montaña. Y una inquietante sensación que inundaba el callado ambiente...

Era cómo si, entre lo más profundo de aquella enorme formación rocosa, los árboles gritaran sobre lo que habían visto. Algo inconcebible.

Un cántico se oía entre la maleza. Unos pasos ligeros provenientes de la figura obscura y masculina que observaba los arbustos de grosellas.

Red Ángel tarareaba la melodía de un cántico gregoriano, mientras se limpiaba las manos de sangre. El cadáver fresco de un hombre de cabellos negros estaba tirado a sus pies. Le faltaba un brazo y sus piernas brillaban por su ausencia.

-Lo siento muchacho...pero un impío no puede ser perdonado por alguien como yo...

Dijo mientras movía un poco la cabeza del difunto con uno de sus pies

-...Me temo que este era tu destino...-agregó, como si el cadáver pudiera contestar.

Un silencio suave se hizo mientras miraba hacia el resplandor de la luna llena, quien, como serena dama vestida de blanco, dejaba descansar sus ratos de luz sobre el sombrío lugar.

Respiro el aire limpio de la noche mientras su cabello rojo revoloteaba junto al aire. Se le hacía extraño el ambiente de ese bosque.

Tan familiar...

No era como los típicos bosques del área. Ni siquiera sabía si esa área alguna vez hubiera sido pisada por un humano. Pero el había tenido un deseo incontrolable de perseguir a él ahora difunto hombre...y extrañamente mientras lo cumplía había terminado en aquel lugar, después de que su víctima huyera aterrorizada, antes de ser desmembrada sin pegas.

-Bena noche para dar un paseo, Mr.A...

Red se volteó, para luego entrecerrar un poco los ojos mientras miraba como, de entre las sombras, se materializaba la figura espectral y luego física de un hombre de piel pálida y cabellos negros y largos cual alas de cuervo.

-Hex...que milagro que te veo por aquí...

El pelinegro exhaló su aliento en un humo negro antes de mirar al otro. Su mirada color avellana se mostró impoluta, pero de cierta manera divertida.

-Me gusta dar paseos en la noche. Total, dormir no es una opción.

Red asintió, entendiendo a lo que se refería. El príncipe demoníaco tendió a dar una sonrisa lobuna mientras metía sus manos en los bolsillos de la chaqueta, lo que le hizo voltear a verle con una ceja levantada.

-Hermosa noche para matar...¿No lo cree?

Dijo de repente el pelinegro, mientras miraba hacia la luna. El viento sopló como por invocación hacia arriba, levantando las chaquetas de ambos hombres. Red sonrió, mirando la luna.

Había olvidado lo hermosa que estaba.

-Si...hoy la noche está especialmente hermosa..

Hex lo miró, de reojo, casi con cuidado. El pelirojo tenía una expresión más pensativa que de costumbre. Si fruncía un poco más el ceño terminaría pareciéndose a Regin. Y eso ya es decir demasiado.

Caminó unos pasos para estar lado a lado con el Ángel Rojo. Y entonces escuchó susurrar.

-Sin duda...es una hermosa noche.

Después de eso el silencio se presentó en una atmósfera fría y gentil, de cierto modo era mejor para ambos.

Así estuvieron, unos minutos. Hasta que el príncipe inició su marcha en silencio. La noche no debía desperdiciarse en lo absoluto.

Tenía mucha justicia retorcida que aplicar.

-Ah, por cierto...

Dijo, deteniéndose en seco. Red levantó la vista, mirando la expresión tranquila y muy despreocupada de Hex.

-Trate de no quedarse mucho tiempo aquí.

Hizo una pausa, llevándose la mano derecha al mentón. Su sonrisa petulante se dibujó de nuevo en su rostro.

-De lo contrario, a Lulú podrían darle ganas de jugar.

Entonces se fue, disolviéndose entre las sombras de aquella noche.

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Bueno, suspenso...

-inserte risa malévola-

-voten y comenté si quieren la continuación...

-Los lectores la amarran para secuestrarla y obligarla a que continúe-

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2022 ⏰

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