Ella.

Tu fin.

¿Ella? Ella era esa persona que te podría alegrar el día con sus ocurrencias, esa que te apoyaba siempre que la necesitaras, era la única persona que no le tenía rencor a nadie, siempre creía que las personas muy en el fondo eran buenas, vivía de esa hermosa ilusión, era incapaz de hacerle daño a nadie, pero lamentablemente decidió hacerse daño a ella misma. Ella eres tú y te contaré tu historia, la historia de la mejor amiga que la vida me dio y que la muerte me arrebató.

Tenías una buena vida, tus padres te amaban muchísimo, tu madre intentaba darte todo el amor que podía, tu padre a pesar de ser un poco arisco te amaba con toda su alma, tu hermano mayor aunque tenía un carácter algo fuerte siempre te amó y quiso lo mejor para ti, tu casa no era enorme, tampoco muy pequeña, era un apartamento muy cómodo solo para los cuatro, dónde todos pensaban que tú estabas bien, claro, con esa sonrisa que siempre mostrabas ¿Cómo no iban a pensarlo? Pero todo era exactamente lo contrario, tú estaba mal, muy mal, pasaban días, noches, meses, intentaste mejorar y no funcionó, creías que estabas sola, pero así no era, yo estaba contigo, esperé a que te dieras cuenta de que siempre estuve a tu lado, yo era tu única amiga, creí que podía ayudarte a salir de esto ¡Maldición que ilusa fui! Cuándo estábamos juntas parecías tan feliz, tal vez y si era feliz en esos momentos, pero de que servía si tu felicidad era momentánea, eras de emocionarte por cosas muy pequeñas, recuerdo que cuándo comías tu chocolate preferido tus ojos color verdes brillaban de una manera tan hermosa, así era cuándo veías algo que te gustaba, en el brillo de tus ojos se veía tu felicidad.

3 Meses pasaron, estábamos en Octubre, me dijiste para salir y claro que acepté, nos encontrábamos en su parque favorito, lo amabas, decías que te traía la tranquilidad que en tu interior no se encontraba, eras amante de mirar el cielo, de recostarte en el césped de aquél parque, para ti no era un problema el tener que ensuciarte con las pequeñas matas que se encontraban en el suelo, hablamos durante varias horas admirando las nubes, buscándole formas y riendo, en un muy cómodo silencio me dijiste "Lo siento" , yo solo reí y te pregunté ¿Por qué te estás disculpando? Solo me respondiste "Por todo", no le tomé importancia a tu comentario, que tonta fui, ¿Cómo no lo pude imaginar? Maldición. Ese día de regreso a casa me abrazaste muy fuerte al despedirte, ¿Cómo iba a saber que ese sería nuestro último abrazo?

Y pasó, el 27 de Octubre una chica de 14 años saltó de un piso 13 a las 11:15 am.

Mi madre me despertó muy asustada sin saber que decirme, no entendía que sucedía hasta que me lo explicó, ¿POR QUÉ CARAJOS NO FUI SUFICIENTE PARA AYUDARTE? ¿POR QUÉ NO TE PREGUNTÉ COMO TE SENTÍAS? ¿POR QUÉ NO TE DISTE CUENTA QUE SIEMPRE ESTUVE A TU LADO? Pensar que tu mejor amiga se quitó la vida no es nada fácil, pero mucho menos es cuándo te golpeas con la realidad y debes ir a su velorio.

Un velorio más, personas llorando de aquí a allá, muchos de tus familiares llorando por ti, aquellos que siempre me decías que te caían mal ¿Recuerdas?, alguno que otro "amigo" que tenías y aquél malnacido que te rompió el corazón, sí, él también estaba ahí, yo solo podía detallar el lugar, mirar a tus padres y hermano devastados pensando que hicieron mal, hasta yo estaba pensando exactamente lo mismo, todo pasó tan rápido, tenías tu vestido favorito, de llevé girasoles, sé que te encantaban, en tu entierro decaí, no podía dejar que estuvieras bajo tierra, no quería creer que estabas en ese maldito ataúd, quería despertar de esta maldita pesadilla, te juro que quería despertar y que todo fuese una pesadilla, pero lamentablemente no fue así.

3 años, 3 malditos años desde la última vez que te vi, te contaré que ha sido de la vida de tu familia, aunque pensándolo bien, ya no puede llamarse "Familia", tu padre dejó de tomar sus medicamentos y murió de un infarto luego de unos meses de tu partida, tu madre al perderlos a ambos entro en el alcoholismo, tu hermano, lo último que escuché de él fue que dejó sus estudios y cayó en la drogadicción.

Y yo, bueno, aquí me encuentro, con varios intentos de suicidios fallidos, muchas idas al psicólogo y al psiquiatra, no puedo dejar de pensarte ni un solo día, yo sé que no quisieras que ninguno de nosotros, las personas que más querías estuvieran así, sigo sin poder superar tu partida. Dónde sea que te encuentres quiero que sepas que fuiste la mejor amiga que la vida me dio y la muerte me arrebató.