NARRADA POR CAROLINE.
Mientras mas pasaban los días, mas lo extrañaba. ¿Por que tuvo que irse? ¿Que era tan importante?. Maldita sea Klaus, vuelve y no dejes que me sienta de esta manera, no me gusta. Estoy envuelta en mi propia soledad, donde no puedo escapar, no tengo ánimos de seguir mi rutina de siempre. Dios esto no puede ser peor; me culpo todos los días por no habérselo dicho, por ser tan cerrada con mis sentimientos, y también lo culpo a el por no darme el tiempo suficiente «Si te dio el tiempo suficiente Caroline» mi subconsciente reclama.
De un momento a otro, estoy caminando por el bosque mas conocido de Mystic falls, y me pregunto a mi misma de que hago aquí. Hace unos minutos estaba en mi habitación, inundada por las lágrimas, pero ahora estoy aquí, y aun no entiendo el motivo.
Trato de buscar una salida pero lo único que encuentro son arboles y mas arboles. No hay supongo. Al final, me doy por vencidas y me dejo caer al suelo, recostando mi espalda en un árbol; el día es cálido y frió, dos combinaciones perfectas, este clima hace que mis pensamientos se relajen y fluyan tranquilamente.
Y sin mas pensar, siento como una lágrima entrometida rueda por mi mejilla, después mas lágrimas la siguen, haciendo que mi mejilla quede totalmente húmeda. Esto es lo que causas Klaus Mikaelson. Oculto mi rostro entre mis manos que están apoyadas en mis rodillas fleccionadas, sollozo en silencio y trato de sacar todo el dolor que siento por dentro, necesito sacarlo, necesito desahogarme, necesito olvidarlo. ¡YA BASTA CAROLINE! me grito mentalmente, una y otra vez.
—¿Quien te ha hecho daño amor?.
Reacciono enseguida al escuchar aquella voz y levanto la cabeza. Allí esta el, en cuclillas a mi lado mientras apoya una de sus manos en mi hombro derecho.
—Klaus...— mi voz a penas es audible. El sonríe y asiente.
—Ven. — susurra. El se levanta y me tiende la mano, yo con las manos temblorosas la agarro con cuidado y trato de no parecer emocionada. Ya levantada me acomodo la ropa y trato de arreglar mi rostro ya destrozado por las lágrimas. — ¿Te ha vuelto a hacer daño Tyler?.
No, fuiste tu. Niego con la cabeza y muerdo mi labio inferior, para tratar de ocultar mi sonrisa.
—No me gusta que llores Caroline, sabes que es una de mis debilidades. — murmura. Pasa su mano por mi rostro y con los nudillos acaricia mi mejilla Dios es tan relajante.
—¿Por que has venido? — Pregunto al fin, aun con mi voz entre cortada.
—Por ti. — confiesa.
—¿Por mi? — Pregunto nuevamente ocultando mi emoción.
—Si, por ti Caroline. Quiero que confieses lo que sientes, esta es tu ultima oportunidad, si no lo haces, lo entenderé, pero recuerda que te di una segunda oportunidad y la dejaste pasar.
Dios mio quiere que le confiese lo que siento. Esto es vergonzoso. Miro hacia arriba y después hacia abajo, tratando de saber como empezar.
—Antes quiero que sepas que me he mudado a New Orleans por el simple motivo de que Hayley...— respira profundo y pasa sus manos por el rostro tratando de saber como decírmelo —...Hayley espera un hijo mio.
Entonces siento como mi mundo viene abajo. Trato de parecer calmada, pero por dentro estoy destrozada. No se que hacer, no se que decir, no se que como reaccionar. Mi estado es como un shock pero aun así muevo la boca para tratar de decir algo. ¡MALDITA SEA KLAUS, ESTUVE LLORANDO POR TI CASI UNA SEMANA, Y TU DESTROZAS MI VIDA CON TAN SOLO UNAS PALABRAS!.
—Oh... — es lo único que puedo decir.
Y sin mas hablar, corro lo mas rápido que puedo en sincronía vampírica. Necesito alejarme de el, no quiero seguir esa conversación, no ahora, no mañana, nunca tal vez. Haz sido tan estúpida Caroline, pensabas que tu eras la única persona en su vida como el lo prometía. Rió con ironía. fuisteis tan idiota como para pensar que te amaba, y serias la única mujer en su vida, pero no, ahora tiene a otra y esta lleva un bebe de el en su vientre. Que estúpida fuiste...
Pero ¿Por que culparlo?, cúlpate a ti misma por no haberle confesado tu amor anteriormente cuando tenias la oportunidad. Pero no, tu tenias que estar atrás del idiota de Tyler, que lo único que hizo fue hacerte sufrir, no consideraba tu amor, y aun así seguías con el.
—Caroline espera. — la presencia de Klaus impacta mi corrida y hace que choque contra su cuerpo. — Lo siento.
Trato de zafarme de sus brazos y seguir, pero su fuerza es superior a la mía, y no deja que siga.
—Amor espera por favor. Escúchame ¿Si? — su voz es casi un susurro pero aun así se escucha el dolor en sus palabras. ¿Klaus Mikaelson dolido? el villano mas temido esta dolido. Uau.
—¿Que quieres? — pregunto de la misma manera. ¡No Caroline, no llores, en frente de el, no!.
—Hayley lleva un hijo en su vientre que es mio, pero mi corazón no le pertenece, solo fue un error, no lamento tener un hijo, pero si lamento haberlo hecho. Hayley es la madre de mi hijo o hija, lo que sea que va a hacer, pero tu, Caroline forbes, eres la dueña de mi corazón, y la única mujer a quien amo. No hay nadie mas a parte de ti, a quien ame tanto, lo juro. Jamas pensé enamorarme de una mujer, porque solo quería el poder, pero tu me has enseñado cosas que me han hecho ver la vida de otra manera, y te agradezco por eso — toma mi rostro en sus manos y me acerca hacia el. — te amo Caroline, y siempre lo haré, aun así este lejos de ti.
De un momento a otro, sus labios están presionados contra los mios. Son suaves y delicados, sigo su juego y lo beso de la misma manera en que el lo hace. Después de unos segundos se separa por la falta del aire, y sonríe haciendo que yo también lo haga.
—Creo que me siento mal al decir esto, pero este sera nuestro ultimo beso. — confiesa. — volveré a New Orleans amor, pero siempre ten en cuenta de que te amo, y jamas te borrare de mi vida.
Vuelve a presionar sus labios contra los mios pero esta vez dura menos tiempo.
—Adios Caroline.
Pestañeo y ya no se encuentra allí. Se ha ido, y si, esta vez si es para siempre. Pero me siento satisfecha al saber que me ama y soy la única mujer en su vida al cual lo hace. Toco mis labios y sonrió como tonta al recordar aquel beso, fue rápido pero intenso. ¡Dios! es como un sueño cumplido.
—tambien te amo klaus. — susurro a penas audible, mientras sonrió como una boba.
y entonces, este fue.....NUESTRO ULTIMO BESO.
FIN.