¡RESPUESTAS!

CAPÍTULO #4 El mejor del mundo. (fracasos)

No tengo dudas de que hay muchas formas de ser ganador, pero en realidad hay sólo una forma de ser un perdedor, y esta es fracasar y no ver más allá del fracaso. Unos de los más grandes problemas que la gente tiene respecto del fracaso es que juzgan las situaciones aisladas  en sus vidas y las clasifican como fracasos.
Si nos detenemos y sacamos ese lado positivo de los fracasos y lo convertimos en algo mejor nos daremos cuenta que estos errores son el puente para lograr lo que en verdad queremos de una manera mucho mejor de como lo veíamos.  Recuerda que la diferencia de grandeza y mediocridad es a menudo como una persona ve sus errores. Haz del fracaso un peldaño de la escalera que llega al éxito. Los triunfadores ven el fracaso como algo temporal, ¡y lo es en verdad!
Nuestra misión no es ir adelante de los demás, sino ir adelante de nosotros mismos.

¿Por qué te hablo de fracasos?
Pues, porque la mejor persona se forma a través de sus propios errores.
Para derrotar el miedo hay que reconocer que vas a pasar gran parte de tu vida cometiendo errores. No tengas miedo de fracasar, ¡ellos no existen!
El fracaso no existirá para ti si ves más allá del fracaso, y lo ves como algo positivo, detrás del fracaso se encuentra algo extraordinario.
Los fracasos no existen. Simplemente hay metas alcanzadas, (a lo que llamamos éxito), y hay experiencias alcanzadas, (a lo que muchos llaman fracaso... Y no debería de ser así).
El 90% de los que fallan no están necesariamente derrotados, sencillamente se dan por vencidos. Aunque no nos guste la tempestad crecemos a través de la adversidad.

¡Tú eres la mejor persona del mundo! Y este capítulo trata sobre ti. He escrito este capítulo para ti, ¡sí! Esa misma persona que está leyendo ahora mismo, porque la mejor persona del mundo tiene que ser tomada en cuenta.

¡Así que motívate! ¡Alégrate! Sé entusiasta. Sé comprometido. Sé amigo íntimo de la excelencia. Sé enemigo de la filosofía tragamonedas. Grandes recompensas esperan a aquellas personas que hacen grandes esfuerzos. No esperes a que las cosas pasen, tú tienes el poder de hacerlas realidad. Porque ser feliz no es tener, ¡sino ser!
Mientras tengas el hábito de crear un nivel de felicidad y de éxitos aún mayor encontrarás tu mismo tu propia plenitud. Los hábitos pueden ser aliados o enemigos, escógelos con cuidado, ya que los hábitos positivos se mantienen con mucha disciplina pero los negativos, ni siquiera hay que hacer un esfuerzo. Creer en nuestro poder de hacer es imprescindible si queremos vencer. Tú puedes ser más. Tú puedes alcanzar más. Sólo tienes que creer que lo puedes lograr.
Nada grande jamás fue hecho por alguien que no cree que realmente puede lograr sus propósitos. Decídete a creer en tu futuro o mejor cosecha grandes recompensas.

"Siendo congruente con nuestra propia mente, podemos entrar de frente. Tener objetivos incrementa tu felicidad y riqueza. "Para arribar a donde deseamos estar hay que primero saber a dónde queremos llegar".
Sé parte del 3% de las personas que se ponen objetivos específicos. Luego haz tu mejor esfuerzo para hacerlos realidad.
Cuando estamos en paz con los demás, logramos mucho más. Una estrategia de flexibilidad y elasticidad es mejor que una de terquedad y severidad. Cuando damos recibimos; cuando solamente tocamos, nos estancamos. Nuestra actitud depende de nosotros y no de otros. Si quieres alcanzar el éxito tienes que estar dispuesto  a mantenerte abierto a nuevas oportunidades, ideas y caminos. Las cosas no siempre resultan como esperamos. Si no puedes cambiar tus circunstancias, cambia tu actitud. El resto, (frustrarse, quejarse, deprimirse...) es una pérdida de tiempo.

Precisar y lograr pequeñas metas día tras día, nos lleva a la gloria. Y te doy un consejo muy importante, si quieres vivir en paz, nunca te compares con los demás. La adversidad puede crear un hueco en nuestra existencia o una escalera a una mejor circunstancia.

Aquellos que hacen lo que los demás no hacen, gozan de lo que los demás no tienen. Todas las personas con éxito tienen el hábito de hacer las cosas que a los haraganes no les gusta hacer. A ellos tampoco les gusta hacerlas. Pero su disgusto se ve subordinado a la fortaleza de sus propósitos. Jamás tomemos a pecho lo que digan los demás, porque siempre somos capaces de lograr mucho más. Utilicemos la tierra que nos hechan encima para construir y llegar a la cima. Toma en cuenta que esperando que todo sea perfecto suele ser un gran defecto y desperdicio. Tomar responsabilidades de nuestras acciones es una excelente manera de luego subir y seguir. Cuando sembramos semillas de felicidad, cosechamos hermandad. Aunque difícil es complacer a todos los demás, procuremos complacernos a nosotros mismos más que a los demás.