Debo despertar...quiero ir con ella

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Hola, no iba a actualizar hasta dentro de unos días, pero la historia alcanzó un buen lugar en el ranking. GRACIAS POR SU APOYO.

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- ¡A desayunar tengo hambre! - Sarada lo sacudió con fuerza y él abrió los ojos con rapidez. Ella sigue aquí pensó con alegría, la tomó de la cintura y la recostó de nuevo a su lado.

- Aún tengo sueño.

- ¡Tienes que alimentarme, tu hijo también quiere comer!

Con un suspiro se levantó, debía cuidar de ellos, además aún tenía preguntas que hacer. Como por cuánto tiempo estuvo inconsciente y cosas así.

- Está bien, vamos, te daré de comer.

- ¡¡¡Sí!!! ¡Quiero frutilla! Y pan y algo de jamón y claro jugo de naranja con miel, tal vez una ensalada o pastel.

-Sarada puede que yo no sepa mucho de maternidad y embarazos pero estoy seguro que no es sano que comas todo eso para el desayuno.

- Claro que es sano, él bebé tiene hambre. Yo creo que serán gemelos, no es normal que esté tan hambrienta.

- Gemelos- el besó su vientre- sería genial, pero si es uno no importa. En cuanto te recuperes haremos muchos más.

- Habla por ti, yo esperaré unos años. Mi cuerpo está al límite, mis pies se están hinchando, además de las náuseas y vómitos...

-Ya entendí, dejaremos que tu cuerpo se recupere.

A pesar de mis argumentos para reducir el número de alimentos que Sarada deseaba consumir, al final ella ganó y es que con mi bebé dentro, no puedo negarle nada.

- Más tarde vendrá mi madre.

La miré con confusión.

- Ella querrá ver tu estado. Te golpeaste la cabeza muy fuerte y sé que no terminas de recordar, del todo.

- ¿Sarada...qué me sucedió?

-Fuiste a recopilar información y te atacaron, recibiste un golpe fuerte en la cabeza.

- ¡Qué! ¿Cuando pasó eso?

- Hace tres días...has dormido por tres días.

Al final terminó por aceptar la versión de Sarada, al fin y al cabo él no recordaba casi nada. Sólo poseía en su memoria una serie de recuerdos de ellos dos juntos y luego aquel extraño sueño con Hikari. Toda su vida, después de regresar a la aldea junto a Yukiho y Midori no existía. Luego de eso sólo había Sarada y más Sarada.
La sintió abrazarlo por la espalda y besar su cuello- No te esfuerces, los recuerdos van a llegar de a poco.

-Está bien...oye ¿tenemos todo para el bebé?

- Algunas cosas...¿quieres ir de compras? en cuanto mamá te vea, ¿quieres? - su mirada se iluminó con la expectativa.

Cuando el sol dejó de brillar- BorusaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora