-Tengo miedo de decepcionarte, pues me he equivocado tantas veces que ya no recuerdo cómo hacer lo correcto- la mitad de él temblaba de forma violenta en la bañera -He vendido mi alma en busca de fe... cuando dijiste que no debía buscarla de esa manera, siento pena en mi cuerpo y no sé cómo aliviarla-sus lágrimas reposaban en las rancias baldosas- me duele la soledad, me lastima sentirme así- sentía su dolor en cada palabra pronunciada.
-Shhh, solo tienes que bajar una vez más-acariciaba su cabello húmedo-no estás solo, cariño, estamos aquí.
-No quiero volver allí, por favor no me hagas volver- sollozó con su frente en mis rodillas.
Sentía mi ropa empapada, la brisa que se escurría por las grietas del baño se burlaba de mí.
-Solo volvamos a jugar-
-No...No..no..- asustado apretó mis piernas y se hundió en mi regazo.
-Una vez más, cariño, todo el dolor se ira- le consolé, mirando las cortinas sobre nosotros.
Subió la vista de inmediato, esperanzado por abandonar ese sentimiento injusto que atormentaba su cabeza.
Asentí conteniendo el nudo en mi garganta- solo tienes que buscar la llave ¿Lo recuerdas?
-Sí, la llave- irguió su cuerpo de inmediato y frotó su cara- debo encontrarla- hablaba nerviosamente como si lo hubiera olvidado; de rodillas en la bañera inclinó su cuerpo y se dejó caer en el agua.
Coloqué una de mis manos en su cabeza mientras él golpeaba el agua con sus escuálidos puños, y con la otra busque el arma bajo la toalla a mi lado.
-Shhh, no más dolor.
Un disparo certero aliviaría el miedo.
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Pequeñas historias.
De TodoTengo una serie de pequeñas historias que me gustaría compartir con ustedes , y quien sabe... Si alguna de ellas algún día llega a tener mucho éxito, tal vez pueda volverla una historia mas completa... Pero vuelvo a decir, son "pequeñas historias"...