Historia corta para romper el corazón

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Él no era ese tipo de chico, pero terminó siendolo.
Terminó rompiendo mi corazón.
Él no era ese tipo de chico, pero ahora lo es.
Ahora es el chico que no responde, que no escribe, que despues de una noche en su cama ya no sabe cuál es mi nombre.
Él no era así, lo sé, muy internamente lo sé, aunque sólo sea una idea que nunca comprobaré.
Quisiera haberlo conocido antes, haber sabido lo que se siente un gesto tierno de él, o un abrazo suyo en la noche, sentir su mano al caminar o escuchar un te quiero al oído.
Pero no, me tocó conocerlo roto, jodido, desilusionado, y yo esa noche debajo de él pensé que podía repararlo, que el roce de mis manos podría calmar su dolor, mi labios hacer un poco menos amargas sus penas, juntar sus pedazos y demostrarle que amo cada uno de ellos, pero no bastó.
En realidad no me culpo a mí, supongo que con cualquier otra hubiera pasado lo mismo, él está muy roto como para componerlo; prefiero pensar eso, prefiero pensar que es él, y no yo la que no fue suficiente aquel día.

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